@AlmaCoLatino
Benito Andión es el enviado especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para facilitar el diálogo en El Salvador. Diario Co Latino conversó en exclusiva sobre la misión del diplomático que es facilitar la firma de unos segundos acuerdos de paz en este país, donde pese a haber terminado una guerra civil en 1992, sigue desangrándose por una cruel ola de violencia entre pandillas y los mismos problemas sociales y económicos que dieron origen a la guerra civil a principio de los años 80´s.
– Cuál es su misión en El Salvador
Estamos aquí por una solicitud que formuló el Gobierno de El Salvador al Secretario General de las Naciones Unidas luego de hacer sus consultas internas, y determinar que quizás dado el camino del curso político que está sucediendo en El Salvador, la participación de la ONU puede ayudar en cierta medida para destrabar varios temas que impiden sentarse a dialogar sobre el futuro de este país.
Esto más allá que existe una Constitución, y que se sabe a dónde todos los países quieren ir, crecer, combatir la pobreza, pero siempre es bueno hacer una pausa después de haber pasado un cuarto de siglo después de la firma de los Acuerdos de Paz y ver hacía dónde quiere ir el país, tanto por su propia voluntad como movido por el entorno político internacional y las propias circunstancias internas de la coyuntura.
El Secretario General consideró que era razonable la solicitud, que era apropiado asignar un facilitador para que dialoguen los interlocutores que tengan un conflicto político, pero en general toda la sociedad. El propósito de este ejercicio es que sea sumamente inclusivo en el que todos los salvadoreños tengan voz y puedan expresarse a dónde quieren ir, que no decida el estamento político su futuro, sino que sean los propios salvadoreños quienes lo hagan.
Hay interés en poner énfasis en temas de la mujer y la juventud, porque ellos serán los principales beneficiarios de lo que se pudiera acordar en este proceso.
– Cuáles son los problemas o dificultades que están “entrampando” este proceso de diálogo?
El diálogo que están teniendo en temas coyunturales como es el asunto fiscal, el inminente tema de las pensiones o el debate permanente referido a préstamos externos, apoyo y ayuda externa.
Temas que dificultan sentarse a conversar sobre asuntos más estratégicos, por otra parte, que no es que complique porque en realidad no es un obstáculo, sino que puede convertirse en una gran oportunidad, es la proximidad del proceso electoral que tendrá lugar en marzo de 2018.
Todos estos tipos de elementos hacen que la atención se centre ahí, y entre tanto los asuntos que son de más largo plazo o que son estratégicos para el desarrollo de este país no se atiendan. El propósito es que a pesar de lo que está transcurriendo todos los días haya momento de reflexión para pensar en el futuro.
-¿Cómo avanza este nuevo proceso de paz o de diálogo en El Salvador?
De paz no es, porque el país no está en guerra, es un proceso de diálogo constructivo, es un diálogo propositivo que tiene sus dificultades, porque son dos conceptos del mundo, dos conceptos del Estado y de la economía que por razones históricas se confrontan, pero la realidad lleva a juntarse y ahí se ven resultados positivos que pueden haber acuerdos como por ejemplo el recién acuerdo del Café, el acuerdo de prohibir la minería y el tema de los inmigrantes en Estados Unidos, puntos en los que necesariamente deberá acuerdo porque nadie podría oponerse a combatir la extrema pobreza o a mitigar la inseguridad que hay en el país.
– Considera usted que después de los Acuerdos de Paz, el país quedó polarizado?
Hay diversos puntos de vista relacionados a lo que polarización implica, puede darse una connotación de guerra, maléfico y la otra puede darse como lo que realmente es, una confrontación de ideas, principios, proyectos y programas que suceden en todas las partes del mundo que es natural.
Si se califica la polarización como una enamistad se cae en el riesgo de ser adversarios políticos porque confrontan ideas, pero no hay enamistad.
Esta llamada polarización es posible superar el concepto que sobre ella se tiene, se trata de una dialéctica permanente entre partidos, afortunadamente no hay solo dos partidos sino más opciones políticas y eso denota la existencia de una democracia que durante muchos años no existió en este país.
– En medio de esta polarización ¿es posible un nuevo acuerdo?
Por supuesto que sí, así se ha percibido, esta es la cuarta visita formal desde el nombramiento en enero de este año, se ha ido avanzando, se ha podido ver que hay voluntad para llegar a algunos acuerdos que permitan a este país reconfirmar sus afirmaciones y recuperar la confianza en su futuro que es una de las cosas más importantes.
– Usted ya se reunió con algunos sectores de la sociedad?
Me he reunido con varios sectores. En principio este ejercicio debe ser piramidal porque los acuerdos a los que se lleguen tendrían que pasar al final por la Asamblea Legislativa y ahí están todos los partidos políticos.
Sin embargo, para llegar a la proposición que se quiere de qué acuerdos se necesitan llegar a hacer para que esto tenga viabilidad, ahí si será necesaria la participación de la sociedad.
Por el momento se han visto algunos sectores, faltan reuniones con algunos otros más, se tiene el punto central en temas de la mujer, juventud y niños, si se ha determinado a través de las consultas y de análisis objetivos de la realidad que por ejemplo el tema de la educación es de particular importancia entonces se consultará al gremio de los maestros, centros de educación, al propio gobierno y se revisarán otros esfuerzos que en materia educativa se han hecho en el país a lo largo de estos 25 años, de manera que sea un ejercicio absolutamente inclusivo, no será una decisión solo de los políticos.
– Cuáles han sido la preocupación que le han externado los sectores con los que se ha reunido?
Están todos centrados, lo que se ha hecho es ver dónde hay coincidencia en los temas, por ejemplo, fortalecimiento de las instituciones como es el poder judicial, no se desarrolla en tres o cinco años, necesitan tiempo para consolidarse hasta que se defina el modelo que cada país requiere.
– Cuáles serán las acciones que próximamente harán para fortalecer estos nuevos acuerdos?
Lo que se ha hecho hasta ahora es una consulta pendular, se hacen reuniones no solo con los partidos políticos, en las cuatro visitas se han visto más de 120 interlocutores lo que quiere decir que se ha tratado de abarcar el más amplio espectro de la sociedad en El Salvador, pero no es una situación de desinterés sino simplemente es una cuestión de orden para que una vez se definan los grandes temas se podrá hacer una variedad de consultas en torno a los temas que sean acordados como principales.
– Cuáles serán los beneficios para la población con estos nuevos acuerdos?
Primeramente habrá una certeza de rumbo y un acuerdo sobre el rumbo que el país pueda tomar, existiría más certidumbre para la niñez y la juventud, ayudaría a decidir el futuro de este sector y les proveería las herramientas necesarias para que esto pudiera tener viabilidad, de lo que se trata es de dotar de las herramientas para que estos acuerdos sean un éxito.
– De dónde saldrán esos fondos?
Ayudaría el esfuerzo de Naciones Unidas para a través del propio sistema de la organización o con la convocatoria de países donantes, que donen experiencia, que transfieran tecnología para que pueda esto consolidarse.
– Cómo se tendrá la certeza que esos acuerdos se cumplan?
La modalidad será que la ONU no solo participará en ayudar a construir los consensos necesarios para iniciar los proyectos, sino que habrá un compromiso para el seguimiento y verificación, además se establecerán ciertas reglas con los participantes, como mayor continuidad en el tiempo, lo cual permita que esto se convierta en política de Estado y no en la decisión de un partido político o un sector de la sociedad.