En el editorial anterior anunciamos que este día abordaríamos el tema de los logros del presidente Nayib Bukele, al término del primer año de Gobierno. Sin lugar a dudas, y así también lo reflejan las encuestas, el principal logro de Bukele ha sido en el área de seguridad, el cual se refleja objetivamente en la reducción de los homicidios.
De acuerdo con las estadísticas de la Policía Nacional Civil (PNC), entre el 1 de junio de 2019 y el 1 de junio de 2020 expresan que hubo 1,559 homicidios a escala nacional, lo que refleja un promedio de 4.3 asesinatos diarios. Si comparamos con el saldo de 8 homicidios diarios en el último año del Gobierno anterior, es de reconocer una disminución del 50 %; lo cual, indudablemente es de reconocerse.
Es menester recordar que el segundo gobierno del FMLN asumió el país con un promedio de 20 homicidios diarios y que, tras la aplicación del Plan El Salvador Seguro, comenzó una disminución hasta bajarlo a 8 homicidios diarios. Aunque, al igual que en el primer año de gobierno del presidente Bukele, en el anterior también hubo “cifras picos” en algunos días, hasta hoy inexplicables.
En algunos momentos se han explicado a partir de fuerzas externas interesadas en elevar la cifras, supuestamente para “hacer afectar al Gobierno”, mientras que otros creen que son respuestas del crimen organizado para hacer llamar la atención al gobierno de turno en forma de reclamos “por algo”. Todo esto no tiene una base objetiva, producto de un estudio o una investigación.
La mayoría de veces, en vez de ordenar una investigación a profundidad para validar o rechazar las hipótesis, se quedan en meras acusaciones para provocar reacciones negativas contra el adversario visible o invisible.
El Gobierno asegura que el resultado en la disminución de los homicidios se fundamenta en la implementación del Plan Control Territorial, desde el 20 de junio de 2019.
Este plan -por cierto- ha sido duramente criticado por expertos y políticos, pues, al parecer fue elaborado en partes.
Cuando se anunció, se decía que tenía tres fases, las cuales nunca fueron detalladas, en el sentido de destacar las áreas, los impactos, los indicadores de evaluación. Solo la parte presupuestaria general fue conocida, pero no fundamentada en los indicadores, sino, en el puro resultado de la disminución de los homicidios.
Luego se dijo que el plan tenía siete fases, sin detallar en cada una de ellas, ni un documento que lo respalde. Si se le preguntara a un ciudadano en qué consiste la fase seis del Plan Control Territorial, seguramente no lo recuerda o no lo sabe.
Sobre esto último, lo que más sospechas despertó fue el hecho de que la cifra de homicidios bajara en un 50 % de la noche a la mañana. Algunos, incluso, y todavía lo manejan, creen que ha habido acuerdo entre las pandillas, y lo fundamentan cuando señalan que al menos dos de los funcionarios de este Gobierno han tenido algún tipo de acercamiento con las pandillas.
No obstante, hoy por hoy, como se suele decir, lo cierto es que el número de homicidios ha bajado en 4.3 diarios y eso es un alivio para el país, y así lo reconoce la población en las encuestas.
Si la cifra anterior de homicidios se mantiene y, sobre todo, se convierte en tendencia; seguramente, al final del segundo año del gobierno del presidente Bukele, el número de homicidios diarios rondarán los 2, y es que entre el 1 y el 31 de mayo se registraron 64 homicidios, lo cual revela un promedio diario de 2 asesinatos cada día. Por eso es que el Gobierno ha propagandizado que ha sido el mes más seguro desde la firma de los Acuerdos de Paz.
Otros datos que resalta el Gobierno es que en 116 municipios no registraron homicidios durante el primer año de Gobierno.
Además, que en 22 días no se registraron muertes violentas. Esto -por supuesto- es alentador, y se convierte en el principal logro del gobierno del presidente Bukele.
Pero la seguridad pública no solo tiene que ver con la disminución de homicidios, pues hay otras aristas, como el tema de las extorsiones y el “control territorial”, que seguramente serán los temas en los que este Gobierno debe enfocarse en el próximo año o en lo que le resta del quinquenio.