Madrid/dpa
Lo que en principio parecía una polémica más o menos superficial se transformó en algo mayor por acción de la propia Federación Española de Fútbol (RFEF), que renunció a presentar la camiseta de la que todo el país habla.
Los dirigentes del fútbol español tenían planeada una presentación por todo lo alto e incluso se hablaba de un helicóptero desde el cual descenderían varios futbolistas con la camiseta puesta para presentar a los medios el uniforme de Rusia.
Pero la RFEF decidió suspender tan magno acto después de lo ocurrido desde el lunes, cuando la marca “Adidas” presentó un avance del uniforme. Inmediatamente surgió la polémica.
La equipación era parecida a la utilizada en 1994 durante el Mundial de Estados Unidos, por otra parte de mal recuerdo para una España que entonces cayó en los cuartos de final.
“Representan la velocidad, la energía y el estilo del fútbol que se asocia con el combinado nacional español”, reflejó la Federación Española en un comunicado.
El rojo es el color predominante, por supuesto, pero el problema comenzaba en la franja en el lado derecho de la prenda utiliza los colores rojo, amarillo y azul.
A simple vista, a muchos hinchas el azul les pareció morado, lo cual desató a partir de entonces infinidad de comentarios en las redes sociales debido a que estos son los colores de la bandera republicana.
Por ejemplo, el líder del partido político Podemos Pablo Iglesias, un republicano convencido, manifestó en Twitter con cierta ironía: “Hacía tiempo que la selección española no vestía una camiseta tan bonita. Tod@s con la roja”.
El republicanismo representa una corriente que se opone a la monarquía y aspira a que España vuelva a ser una república. La Segunda República Española fue proclamada en 1931 y duró hasta 1939, cuando la Guerra Civil derivó en el régimen de Francisco Franco. Su bandera está representada por los colores rojo, amarillo y morado.
La polémica también coincidió con momentos de fuerte tensión política en España por el desafío catalán y el intento de su destituido Gobierno de proclamar una república independiente.
El presidente de la RFEF Juan Luis Larrea reconoció al diario “As” que recibió “quejas desde lo más alto”. Y con ese “lo más alto” se refería al propio Gobierno español.
“La cosa no tiene fácil solución porque la comercialización de las prendas comienza este miércoles y ya hay miles de ellas repartidas por los grandes centros comerciales y por las tiendas de deportes de toda España”, añadió.
Lejos de lograr apagar un asunto que parecía pequeño, la propia RFEF reconoció implícitamente que hay conflicto con la suspensión del acto. Por lo demás, los jugadores españoles posarán con la camiseta en la típica fotografía de grupo promocional y la llevarán en los entrenamientos previos al amistoso del sábado ante Costa Rica.
Según “As”, la marca alemana “Adidas” aporta 25 millones de euros anuales (29 millones de dólares) a las arcas de la RFEF.
La polémica fue tan creciente que ambas partes se vieron obligadas a emitir un comunicado al final de la jornada en el que aseguraron que “el lanzamiento de la camiseta que la Selección Española de Fútbol lucirá durante el Mundial de Rusia 2018 está fuera de cualquier connotación política”.