Rolando Alvarenga
@DiarioCoLatino
Con los tantos años que tengo de andar en esto del periodismo deportivo, no había visto durante los últimos años a un equipo o una selección salvadoreña con la actitud guerrera que la noche del viernes anterior mostró la Selección de Fútbol Sala, fajándose de tú a tú contra su similar de Guatemala por el boleto para el Mundial de Lituania.
Honestamente, de principio a fin y con drama de tiros de penal incluido, esta selección me dio mucho gusto y creo que un resto de televidentes sufrieron hasta el filo de la navaja el lapidario desenlace. Un partido en donde esta armada salvadoreña, piloteada por Juan Carlos Palma y conformada por Emerson Lemus, David Sandoval, Salvador Aguilar, Samuel Muñoz, Rodrigo Conteras, Oscar Montano, Erick Martínez y David Miranda, desparramó garra y coraje sobre la duela del Domo guatemalteco, hasta poner contra las cuerdas a los chapines.
Con cañonazos para todos los gustos incluso ablandando los postes; algunas entradas fuertes y los infaltables hierros arbitrales, el juego fue vibrante. Terminó 2-2 en el tiempo normal; 3-3 en el extra tiempo y agónica victoria de 4-3 para Guate en los fatídicos tiros de gracia. Con caché mundialista, los patojos saltaron como amplios favoritos para golear, pero los salvadoreños les resultaron una pesadilla dura de pelar. Algo que nunca vivimos con la Selecta Once del célebre De Los Cobos.
Se perdió por que en el deporte la suerte también juega. Y como los mismos hue…sos le metieron contra Estados Unidos (1-1); Cuba 3-1 y Nicaragua (5-2), es un buen mensaje y ejemplo para que tanto a nivel individual, como de conjunto, los atletas salvadoreños compitan con esta misma actitud guerrera, emulando lo hecho por la exitosa selecta playera. Así es como debe batirse todo salvadoreño.