Rolando Alvarenga
@BachiBoxx55
Lograr la hazaña de que el fútbol salvadoreño vuelva a competir en Juegos Olímpico está cuesta arriba, pues el combinado Sub-23 se enfrentará a las potencias de la CONCACAF.
Estados Unidos, Costa Rica, Canadá y México, anfitrión del torneo preolímpico, son algunos de los combinados que se le cruzarán en el camino a la azul juvenil.
Por ello, se anticipa un panorama complicado en el sorteo del certamen eliminatorio, que se disputará del 20 de marzo al 1 de abril en Guadalajara, México, y que otorgará dos boletos a Tokio 2020.
Los grupos se dividirán en dos con cuatro selecciones, que tendría como cabezas de serie a mexicanos y estadounidenses. De momento, El Salvador -que no asiste a Juegos Olímpicos desde la cita de México 68- ha tenido escasa preparación para un compromiso exigente.
La azul juvenil, bajo la conducción de Rodolfo Góchez tras la dimisión de Guillermo Rivera, ha jugado con la selección Sub-23 de Estados Unidos y algunos combinados universitarios de ese país.
No obstante, la selecta Sub-23 tiene en agenda compromisos de fogueo contra su similar de Perú, en lo que podría constituirse como un examen clave para medir su rendimiento antes del torneo preolímpico.
Ante la escasez de fogueos de altos calibres, El Salvador tienen difícil camino para dar el campanazo y quedarse con un boleto a los Juegos Olímpico Tokio 2020.
Es de recodar que los cuscatlecos jugarán el preolímpico luego de eliminar a Panamá, bajo la conducción técnica del “milagroso” Memo Rivera.
Luego, Guillermo Rivera renunció para que Rodolfo Góchez tomara la manija de la azul juvenil en septiembre, pero sin mayor posibilidad de tener fogueos de alto rendimiento.