Alma Vilches
Josué Parada
@DiarioCoLatino
El olor a incienso, try cargadores con túnicas moradas y negras, decease música sacra, y un ambiente de oración y reflexión son elementos que se convierten en cotidianos durante este período de la Semana Santa o conocida popularmente como la “Semana Mayor”.
Más allá de las creencias religiosas, Semana Santa es una época llena de tradiciones que se celebra en todo el mundo, donde cada país y ciudad le da el colorido que lo caracteriza, que va muy de la mano con la celebración de
los misterios que se contemplan, como es la salvación obtenida por medio de Jesucristo.
La Semana Mayor, como también es conocida, es una época de recogimiento y reflexión, que se celebra para recordar la muerte y resurrección de Cristo, cuando sacrifico su vida por la salvación de los hombres, sin embargo, en la actualidad, los que dicen llamarse católicos o fieles creyentes, no celebran las devociones ni asisten con igual fervor a las ceremonias propias de este período.
El significado de la Semana Santa ha cambiado mucho, antes las personas consideraban este tiempo sagrado e influía en las costumbres de la familia, incluso en las costumbres culinarias y el silencio acompañaba las
actividades del Viernes, Sábado y Domingo Santo, sin embargo, hoy en día es vista como tiempo de descanso y vacaciones.
Las costumbres han cambiado mucho, sobre todo para la mayoría de las personas que viven en las grandes ciudades, aunque quienes residen en el interior del país siempre tratan de mantener vivas las tradiciones y el verdadero significado de la Semana Santa.
El Domingo de Ramos, es el día en que inician las celebraciones de Semana Santa, a lo largo de la semana hay diferentes actividades, una de las principales es el lavatorio de pies, durante la misa que se celebra el Jueves Santo se escoge a doce asistentes varones y el sacerdote les lava los pies, representando cuando Jesús le lavó los pies a sus discípulos en la Última Cena.
El Jueves Santo algunas personas también tienen la tradición de la visita a los siete templos, donde se acostumbra visitar siete iglesias, este peregrinar simboliza el ir y venir de Jesús después de haber sido aprendido en el Huerto de Getsemaní, lugar a donde se dirigió Jesús después de la Última Cena.
Uno de los lugares donde se vive con mayor devoción la Semana Mayor es en el municipio de Izalco, Sonsonate, donde la Semana Santa es una muestra del sincretismo indígena cristiano, las antiguas tradiciones que aun se mantienen demuestra el fervor religioso de los católicos.
Llegada la Semana Mayor, las calles del municipio se inundan de feligreses que acompañan las imágenes religiosas en las procesiones, desde el Domingo de Ramos cada día de la semana hay una actividad diferente.
Las hermandades, formadas por cientos de fieles que se organizan con mucha anticipación, son los encargados de llevar en hombros las andas con las imágenes.
Los días más importantes y con mayor colorido son Jueves y Viernes Santo, donde la Hermandad de Jesús Nazareno organiza su centenaria Procesión de los Cristos que inicia a las 2:30 de la tarde del Jueves Santo y culmina a las 6:30 de la mañana del Viernes Santo.
La Procesión de los Cristos es única en todo el país donde participan las cofradías indígenas del municipio, que encabezan el cortejo portando un cristo crucificado cada una, el cual es adornado con palmas y flores de corozo y coyol, seguido de estos, 50 hombres llevan en hombros la imagen de Jesús Nazareno, a quien los izalqueños veneran con gran devoción, le siguen la Virgen Dolorosa, San Juan, María Magdalena y Verónica.
EL Viernes Santo es el turno de la Hermandad del Santo Entierro, quienes son los encargados del Vía Crucis y “los encuentros” en la mañana, al medio día el acto de crucifixión y descendimiento.
Durante estos días las calles se adornan con alfombras elaboradas de aserrín, sal e incluso frutas.