El partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) denunció el asesinato del exguerrillero Wilson Parra, firmante de la paz, cuando se encontraba departiendo en una vivienda en el municipio Curillo, departamento de Caquetá.
El asesinato de Parra es el número 169 desde la firma en 2016 del Acuerdo de Paz entre el Gobierno y la exguerrilla FARC-EP y el 89 desde que asumió la presidencia Iván Duque, manifestó Sergio Marín, representante a la Cámara por el partido FARC.
Entretanto, comunidades campesinas del municipio de Corinto (suroeste) denunciaron que integrantes del Ejército Nacional habrían retenido, torturado y posteriormente asesinado al joven Flower Jair Trompeta.
Su familia precisó que era defensor de derechos humanos e integrante de la Asociación de Trabajadores Pro-Constitución Zonas de Reserva Campesina de Caloto, departamento del Cauca, reportó el medio local Contagio Radio.
Uno de los hechos más violentos de los últimos días ocurrió cuando cinco nativos murieron y al menos seis resultaron heridos víctimas de un ataque perpetrado por grupos armados.
Tras lo sucedido las reacciones se dispararon sobre todo en las sociales digitales donde los usuarios expresaron su rechazo y exigieron acciones concretas al Gobierno para garantizar la protección de esas comunidades.
Luis Kankui, consejero mayor de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), subrayó que en el último año fueron ultimados más de 115 líderes nativos en el país, al tiempo que llamó a una movilización nacional por la vida el próximo 8 de noviembre.
La ONIC declaró hace varias semanas emergencia humanitaria por la muerte de nativos desde la firma del Acuerdo de Paz.
Otra masacre reportada esta semana tuvo por escenario al departamento del Cauca, donde cuatro personas fueron asesinadas en zona rural de la localidad de Corinto, y otra más en Caloto, según confirmó el secretario de Gobierno, Jaime Asprilla.