JOSÉ GUILLERMO MÁRTIR HIDALGO
Guerra Cognitiva sería un concepto distinto al de guerra ideológica, al de guerra de la información y al de operaciones psicológicas1. No consiste en posicionar marcos de interpretación de la realidad. Tampoco que grandes poblaciones se vean influidas por una información. Tampoco se trata de debilitar moralmente al adversario con sus contradicciones. Se trata de aprovechar que cada vez hay más personas conectadas a la internet de modo permanente, desde sus teléfonos móviles, computadoras personales, televisores inteligentes, etcétera, para incidir en sus mecanismos de procesamiento de información, en su capacidad de pensar, de tener juicio y atención, así minar la unidad nacional.
LA GUERRA HA CAMBIADO
En las últimas décadas, la guerra ha cambiado drásticamente. La guerra ahora se mueve hacía las amenazas sociales e ideológicas, provocadas por los medios de comunicación y los avances tecnológicos. Esta nueva forma de guerra es la Guerra Cognitiva. Ésta va más allá que luchar por el flujo de información. Su lucha es por controlar o alterar, la forma en que la gente reacciona a la información.
Esto es lo que se sostiene en el libro “Otoño 2020. Guerra Cognitiva: un ataque a la verdad y al pensamiento” (Fall 2020. Cognitive warfare an attack on truth and thought), de la Universidad de Johns Hopkins2. Cuyos autores son el ingeniero biomédico Alonso Bernal, el militar y analista de investigación de operaciones Cameron Carter, el ingeniero mecánico Ishpreet Singh, la ingeniera mecánica Kathy Cao y la influencer Olivia Madreperla. Ellos definen Guerra Cognitiva a la militarización de la opinión pública, por una entidad externa para influir en la política pública y gubernamental y desestabilizar instituciones.
Los objetivos fundamentales son desestabilizar e influenciar, con el propósito de sembrar descontento dentro de una sociedad, a la vez, fomentar creencias particulares y comportamientos. La militarización de la opinión pública es un desarrollo novedoso y amenazante. Con el advenimiento de la internet y los medios de comunicación, se ha hecho posible la manipulación a gran escala. Esto a través de mensajes accesibles y multimodales, bajo la apariencia de anonimato.
La Guerra Cognitiva comienza en la Guerra Fría. Dentro de ella, las Operaciones Psicológicas (PsyOps) se centraban en el uso de la propaganda. Se usaba la propaganda blanca, gris y negra, con respecto a la fuente de origen: oficial, ambigua y hostil. La Guerra Electrónica se definía por el uso del espectro magnético para atacar al enemigo. La Guerra Cibernética alude, al uso de ataques cibernéticos, con la intención de causar daño a los bienes de una nación. La pérdida de activos informáticos, causa enormes daños en términos de tiempo, pérdida de datos, dólares y vidas. La Guerra Cibernética y la Guerra Cognitiva utilizan las redes sociales. Pero, los agentes de la Guerra Cognitiva pueden propagar información falsa o engañosa, a través de cuentas que parecen e interactúan en forma humana. La guerra de información funciona para controlar el flujo de la información. Busca controlar la información pura en todas sus formas. Mientras que la Guerra Cognitiva, busca controlar a individuos, poblaciones y cómo reaccionan a la información presentada.
La Guerra Cognitiva es una estrategia que se enfoca en alterar como piensa una población blanco y como actúa. Bernal y asociados subrayan, que los objetivos de la Guerra Cognitiva son desestabilizar e influenciar. Los blancos de los ataques son poblaciones enteras y líderes individuales. La desestabilización de poblaciones se logra, acelerando divisiones dentro de los grupos de la población e introduciendo ideas, diseñadas para enfrentar grupos unos contra otros y aumentar la polarización. El segundo objetivo de la Guerra Cognitiva es, influir en la población blanco. Esto se logra mediante la manipulación de la interpretación de un objetivo y la comprensión del mundo que les rodea. La intención final es que el grupo blanco tenga ideas afines sobre un tema, es decir, generar consenso entre una población, con suficiente poder para efectuar un cambio de paradigma. Las campañas de Guerra Cognitiva, pueden lanzarse con la intención de reclutar civiles para una causa.
La Guerra Cognitiva es peligrosa en su forma actual, pero, la verdadera amenaza es su futuro potencial. Donde se prevé que no serán los actores no estatales, los que liderarán campañas de Guerra Cognitiva, sino, los actores estatales. Esto por su creciente interés en su capacidad de producir contenido, que puede hacerse pasar por verdadero.
Intentar influir en el público no es nuevo. Políticos, generales, el mercado, líderes y otras personas influyentes, han utilizado la retórica, la propaganda y los mensajes, para manipular a la opinión pública durante años. Lo nuevo son las herramientas para hacerlo: la internet, las redes sociales y el ciclo de noticias de veinticuatro horas, que permiten flujos de información, que hacen más fácil influir en la mente humana.
Las democracias occidentales carecen de comprensión de la Guerra Cognitiva. Son también, más susceptibles y poco preparadas para hacer frente a la amenaza. Y los enemigos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), pretenden, dentro de sus metas, mostrar que la democracia no es una solución plausible a los problemas del mundo. Por tanto, la OTAN debe trabajar en desarrollar un sistema operativo o marco, para los actos de Guerra Cognitiva. Igualmente, evaluar las vulnerabilidades para ataques cognitivos a nivel nacional y personal. Finalmente, establecer organizaciones que sirvan de enlace con las empresas tecnológicas. Y manejar los desafíos del futuro de la guerra.
DESESTABILIZACIÓN E INFLUENCIA EN LAS ESTRATEGIAS DE COMUNICACIÓN GUBERNAMENTALES
Desestabilizar e influenciar objetivos de la Guerra Cognitiva están encarnados en las estrategias comunicacionales del gobierno de Nayib Bukele. A través de Twitter, se aplica la maniobra desestabilizadora. Y mediante Youtube, la habilidad de influenciar.
En Twitter, afirma Oscar Luna, comunicólogo salvadoreño y director de la Revista Disruptiva, de la Universidad Francisco Gavidia, hay grandes cuentas, cuentas madres, las más importantes, que inician los ataques a líderes sociales y opositores al gobierno. Seguidamente, cuentas pequeñas copian los mensajes generados por las cuentas madres y los retuitean. Esto lo expuso en la entrevista de la radio YSUCA, del 30 de enero de dos mil veintitrés. El tema de la entrevista de ese día fue “Análisis mediático y redes sociales”3.
Luna aseveró, en esa entrevista, que aunque hay cuentas anónimas reproductoras de los mensajes, no todos son troles. Muchas cuentas que retuitean los mensajes son seguidores del presidente Bukele. Luna manifiesta que, la estrategia en Twitter es como la de baños públicos de antaño. Donde un usuario dejaba escrito un mensaje, para quien lo quisiera leer.
Pero la estrategia en Youtube es más organizada y más trascendental, hasta llegar a nivel de culto. Comenta que él y su equipo en la Revista Disruptiva, han registrado, en veinticuatro horas, entre dos cientos setenta y uno y dos cientos ochenta y cinco videos relacionados con el presidente Bukele. Reconoce que sus mensajes están penetrando mucho en la audiencia. Unidos a los Shorts, tienen una estrategia de repetición.
Informa que, hay un mínimo de ochenta y siete videos nuevos, cada día, en apoyo al presidente Bukele. Los diez principales videos de cada día, se reproducen, dos cientos noventa mil veces. Indica que en los cien primeros Youtuber por país, hay quince canales pro gubernamentales. Algunos financiados por el gobierno salvadoreño, otros, por Youtube. Hablar bien del presidente Bukele, está resultando muy rentable para algunos Youtubers, sostiene, quienes ven la elaboración de videos en defensa de Bukele, como emprendedurismo. Ya que Youtube y Tik Tok, pagan por elaboración de contenidos.
En sus reflexiones, Luna sentencia que, el éxito del presidente Bukele es, porque sabe explotar las redes sociales. Históricamente, los dos problemas del país han sido la seguridad y la economía. Con el régimen de excepción, se ha resuelto el primero, esto suma a que le crean al presidente y a las gentes que hablan bien del él. Diariamente, hay doce videos sobre las pandillas, en los que se sostiene que el presidente Bukele ha acabado con ellas.
Otras victorias del presidente Bukele han sido, el pago de ochocientos millones de dólares en bonos, cerrándole la boca a quienes decían que se iba a un default. Y a pesar que el Bitcoin disfruta de legalidad en el país, esto no afectó el pago de los bonos. Lo que abre una segunda oportunidad al Bitcoin. Por lo que, en este año electoral, seguirán los ataques a quienes cuestionan lo que hace el gobierno.
(Endnotes)
1. Diaz, Frank. ¿Qué es la guerra cognitiva que lleva a cabo occidente contra todos nosotros? En: https://es.quora.com/Qué-es-
2. Bernal, Alonso; Carter, Cameron; Singh, Ishpreet; Cao, Kathy y Madreperla, Olivia. Fall 2020. Cognitive warfare an attack on truth and thought. En: https://www.innovationhub-act.
3. YSUCA. Análisis mediático y redes sociales. En: https://ysuca.org.sv/2023/01/