Buenos Aires/Prensa Latina
Tras una jornada de protestas y represión, el Senado argentino registró hoy un empate en la votación de la llamada Ley Ómnibus, cuya aprobación fue definida por la vicepresidenta de este país y titular de ese ente, Victoria Villarruel.
De manera general, el conjunto de normativas recibió el respaldo de 36 senadores y la negativa de igual cantidad, y durante el análisis por títulos fue también Villarruel quien decidió que fueran otorgadas facultades legislativas al presidente Javier Milei.
El debate en particular continúa en la Cámara alta del Congreso y una vez concluido ese proceso, el proyecto regresará a Diputados con las modificaciones realizadas.
Desde horas de la mañana, miles de integrantes de organizaciones sociales, sindicales y políticas intentaron llegar hasta la sede legislativa para rechazarlo y fueron reprimidos por numerosos efectivos que usaron camiones hidrantes, bastones, gases y balas de goma.
Según el diario Página 12, más de 20 personas fueron detenidas y varias resultaron heridas, entre ellas cinco diputados de Unión por la Patria.
Además, el canal de televisión C5N relató que varios manifestantes denunciaron la aparición de grupos de desconocidos que quemaron dos autos y tanques de basura.
La Oficina del Presidente felicitó a los efectivos, calificó de terroristas a los manifestantes y los acusó de intentar “perpetrar un Golpe de Estado”, lo cual fue rechazado por dirigentes sociales como el líder del Frente Patria Grande, Juan Grabois.
En la noche, se realizaron cacerolazos en diferentes partes de esta ciudad.