Washington / AFP
El Senado de Estados Unidos votó a favor de acabar con el apoyo que el gobierno de Donald Trump da a las operaciones lideradas por Arabia Saudita en Yemen, una reprimenda a la política internacional del presidente y su alianza con Riad.
Con 54 votos a favor y 46 en contra, el texto obtuvo luz verde en el Senado controlado por los republicanos.
La iniciativa tiene que pasar aún por la Cámara Baja, que ya aprobó una resolución similar a principios de año, aunque la Casa Blanca ya ha indicado que usará su derecho a veto.
El texto pide que el gobierno saque en un plazo de 30 días a las fuerzas armadas estadounidenses de las hostilidades en Yemen o que afecten al país, exceptuando las operaciones contra el grupo yihadista Al Qaida.
Pese a la promesa de un veto presidencial, esta iniciativa establece un precedente histórico.
Si la Cámara aprueba el texto, sería una humillación para el presidente, forzándolo a recurrir al veto pese a que su partido cuenta con una mayoría de 53 senadores de los 100 escaños de esta cámara.
«Hoy, comenzamos el proceso de reclamar nuestros poderes constitucionales poniendo fin a una guerra que no ha sido autorizada por el Congreso y que es claramente inconstitucional», dijo el senador Bernie Sanders, el impulsor de la iniciativa.
Sanders, actualmente en campaña para ser el abanderado de los demócratas en la carrera presidencial de 2020, señaló que la votación es histórica y que envía un mensaje al mundo sobre que Estados Unidos no va a continuar apoyando a Arabia Saudita.
Según la OMS, cerca de 10.000 personas han muerto en la guerra entre las fuerzas leales al gobierno y los rebeldes hutíes, pero muchos grupos de derechos humanos afirman que esta cantidad pueden ser aún más alta.
Arabia Saudita y sus aliados intervinieron en la guerra civil del lado de las fuerzas gubernamentales hace cuatro años, dando un giro al conflicto que se ha convertido en la peor crisis humanitaria del mundo.