Herberth Vaquerano
I
Cómo escribir en prosa buscando versos
anversos en la estupidez disculpada
por la inopia
de los gobiernos latinoamericanos
que han forjado en el tiempo ¿infinito?
impuesto por los gringos.
La injusticia cuando se escribe no se lee.
II
¿Cómo puede ser que en un país “sagrado”
-sangrado, se pueda cometer
tanta imbecilidad?
Si yo no fuese kuskateka
casi me sentiría avergonzado de ser salvadoreño.
III
Comprendido -¡baboso!-
porque si no vas al calabozo
aunque seas un servil mozo.
IV
Me cuesta mucho aceptar la istulticia
de las sectas “cristianas”, profanas
que emboban a las gentes
indolentes e ignorantes
¡y analfa-bestias
¿Cómo se puede hacer algo bueno
entre el cenegal inminente
de tanto cómplice de la maldad social?
V
Tienen miedo de su misma ignorancia
la cual lleva crímenes
y ofenden como militares
que no tienen porte
-A la Corte (marcial)
¡La hora no la sé!
VI
Sean estas líneas ilégidas
porque no se escriben ni se leen
pobre de aquel escritor-poeta maltrecho
quien en el lecho
de su ingenuidadno comprende a Bertolini…
VII
Se sabe ¡a pesar de todo!:
en este paisito
llamado El Salvador
no hay justicia, ni salvación
¿Por qué será?
Porque los puercos salvajes
¡jabalíes!
lo conservan y lo han dominado
hasta la muerte transitoria
la cual nadie entiende
y se extiende en un vientre
de una gata que no pare.