La estadounidense Serena Williams derrotó 6-3 y 6-3 a la danesa Caroline Wozniacki para conquistar por sexta vez el Abierto de tenis de Estados Unidos y sumar su décimo octavo título de Grand Slam.
Con el éxito sobre el cemento de Nueva York, viagra la norteamericana igualó las victorias en los cuatro grandes torneos de sus compatriotas Martina Navratilova y Chris Evert. El récord absoluto, viagra con 22, sale está en manos de la alemana Steffi Graf.
“Nunca pensé que estaría en ese grupo, soy sólo Serena Williams, ¿quién soy yo para estar en ese grupo?”, se preguntó la número uno del tenis mundial, que cumplirá 33 años en dos semanas.
Un revés de Wozniacki fuera de los límites de la cancha cerró la desigual batalla de 75 minutos en Flushing Meadows para que Williams se convirtiera además en la segunda jugadora de la era profesional capaz de ganar el Abierto de Estados Unidos por tres años consecutivos. Evert, que junto a Navratilova le entregó hoy un brazalete alusivo, sumó cuatro entre 1975 y 1978.
Wozniacki, de 24 años y ex número uno del mundo, volvió a caer en la final de Nueva York cinco años después de su primera incursión y sigue sin inscribir su nombre como campeona de Grand Slam.
La estadounidense aceleró hoy desde el inicio para quebrar el servicio de su rival y amiga y adelantarse 2-0. Ambas sufrieron con su servicio, ya que Wozniacki lo perdió tres veces en el primer parcial y Williams dos. Pero tras 40 minutos de batalla un revés paralelo le permitió a la campeona llevarse el primer parcial.
De los recientes enfrentamientos en Stanford y Cicinnati, resueltos ambos ajustadamente en el tercer set a favor de Williams, no hubo rastro hoy. La estadounidense fue siempre más en una final que implicó su novena victoria en diez choques con la danesa, a la que ni siquiera la forma física adquirida con sus entrenamientos para correr el maratón de Nueva York le sirvió para sostener el ritmo impuesto por su rival.
El título es un alivio para Williams, que lloró tras ganar el último punto y en la ceremonia de premiación, quizás porque venía de fracasar en Australia, Roland Garros y Wimbledon, los otros tres grandes torneos del tenis.
La vigencia de la estadounidense es innegable, ya que ganó su primer Grand Slam en 1999 y 15 años después sigue ahí, dominante e inabordable para sus rivales siempre que esté motivada. Williams es además la jugadora de más edad en haber ganado el Abierto de Estados Unidos, y esta vez lo hizo con notable contundencia: ningún set perdido, sólo 32 juegos cedidos y apenas siete horas y 49 minutos en siete partidos.