Por Giles Hewitt
Seúl/AFP
Corea del Sur quiere darle un nuevo impulso al proyecto de reunificación con el Norte aprovechando el clima de distensión en la península, there a pesar de los actuales ejercicios militares conjuntos con Estados Unidos, fustigados por Pyongyang.
En un discurso transmitido por la televisión, la presidenta surcoreana Park Geun-Hye anunció el martes la creación de un comité bajo su autoridad que estará encargado de elaborar «estrategias sistemáticas y constructivas» con miras a la reunificación de ambas Coreas.
Dicho comité de expertos en diversas disciplinas deberá esforzarse en promover el diálogo y los intercambios intercoreanos con el objetivo de lograr la reunificación, a pesar de que Seúl y Pyongyang todavía no firmaron un tratado de paz luego del armisticio de 1953.
«Es necesario preparar la reunificación, que abrirá una nueva era en la península» coreana, declaró Park en un discurso pronunciado con motivo del primer aniversario de su mandato presidencial.
La reunificación es desde hace mucho tiempo un objetivo solemne a ambos lados de la frontera, pero la opinión pública surcoreana es cada vez más reticente, debido al abismo económico que separa a los dos Estados.
Corea del Sur es la cuarta economía asiática y su PIB representa 40 veces el de Corea del Norte.
Según los expertos, la instauración de un comité ad hoc, que se suma al ya existente ministerio surcoreano de Reunificación, significa que Park espera «despertar el interés debilitado de la opinión» pública por ese objetivo.
Reunión familiar tras 60 años de separación
La creación de este comité coincide con un acercamiento reciente entre ambas Coreas, pese al inicio este lunes de las maniobras militares anuales entre los ejércitos de Estados Unidos y Corea del Sur, denunciadas por el Norte como un ejercicio con vistas a invadirlo.
El régimen norcoreano, dirigido desde fines de 2011 por el joven Kim Jong-Un, sucesor de su padre Kim Jong-Il y su abuelo Kim Il-Sung, se endureció brutalmente un año después.
Desde diciembre de 2012, Corea del Norte realizó un disparo experimental de cohete (según Estados Unidos, se trató de un misil balístico) y un ensayo nuclear, cerró unilateralmente una instalación industrial intercoreana y continuó el desarrollo de su principal planta de ensayos atómicos.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas votó una serie de sanciones contra Corea del Norte aprobadas incluso por China, su aliado.
Desde entonces, Pyongyang dio un nuevo giro y abrió nuevamente la instalación industrial de Kaesong y aceptó la reanudación de las reuniones de familias separadas por la guerra desde hacía seis décadas.
Este martes, 350 surcoreanos volvieron a su país después de haberse reunido durante algunas horas –y en muchos casos por última vez, debido a su avanzada edad– con 88 familiares norcoreanos.
Una reunión anterior, organizada en la estación de montaña de Kumgang, en el territorio norcoreano, había congregado a decenas de personas entre el jueves y el sábado.
Los primeros encuentros tuvieron lugar en 1985, pero luego fueron suspendidos durante 15 años. En 2010 fueron interrumpidos luego de que Corea del Norte bombardeó una isla surcoreana.
El régimen norcoreano trata también de reactivar las negociaciones de los Seis países (las dos Coreas, Rusia, Japón, China y Estados Unidos), en las que pide ayuda económica internacional a cambio de una suspensión de su programa nuclear.