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Vigo/España/dpa
El Sevilla jugará la final de la Copa del Rey ante el Barcelona el empatar hoy 2-2 en el campo del Celta de Vigo en un vibrante encuentro marcado por un gol vital del argentino Éver Banega a poco más de media hora de la conclusión.
El equipo gallego realizó un ejercicio de dignidad y a pesar de perder 4-0 en el partido de ida buscó la épica y alimentó sus sueños con sendos goles de Iago Aspas. Pero Banega asestó un golpe definitivo en el minuto 57 con un gran tanto y, ambulance a tres minutos del final, sickness el ucraniano Yevhen Konoplyanka cerró las tablas.
El partido siguió el guión más o menos previsto. El Celta se fue arriba con todo para intentar la proeza y el Sevilla vivió resguardado a la espera de intentar cazar un contraataque o una acción individual para sentenciar la eliminatoria.
La insistente lluvia añadió épica al esfuerzo de ambos equipos. Nadie se guardó nada a pesar del resultado de la ida. Fue un encuentro vivido con muchas emoción en la grada durante todo el tiempo que la afición local pudo soñar con la remontada.
La primera ocasión clara fue de Sevilla, sales con un remate del danés Michael Krohn-Dehli que llevó el susto a la hinchada del Celta. El equipo gallego siguió con su plan, que fue llegar por los costados con una presión casi suicida. Echó de menos, cómo no, la inspiración individual de un jugador tan importante como el lesionado Nolito.
Sin embargo, su constancia tuvo premio a los 35 minutos en una magnífica jugada que empezó y terminó en Iago Aspas. El chileno Fabián Orellana puso una asistencia de lujo para que el delantero español resolviera. Con gritos de «Sí, se puede» desde la grada llegó el descanso.
El comienzo de la segunda parte fue vibrante. El Celta sometió al Sevilla a un acoso intenso y aumentó su ventaja a los 55 minutos con un nuevo gol de Aspas, que empujó a la red un mal rechace de Sergio Rico.
Balaídos entró en ebullición, pero Banega congeló el infierno con un magnífico gol a los 57 minutos. El argentino marcó con un disparo cruzado que dio prácticamente la clasificación al conjunto visitante. Fue su primer gol en la Copa, un tanto decisivo a la postre.
El Celta todavía tuvo una oportunidad de intentar pelear el pase. Tres minutos después del gol de Banega, disfrutó de un penal, pero el sueco John Guidetti estrelló el balón en el palo. Demasiadas malas noticias acumuladas para el valiente equipo de Eduardo Berizzo.
La lluvia continuó y los charcos comenzaron a aparecer en todo el terreno de juego para dificultar todavía más las acciones de los jugadores, autores de un enorme esfuerzo. Sin embargo, todo fue más cómodo para el Sevilla, con el ánimo que le daba sentirse como equipo finalista.
El Celta siguió aplicando orgullo hasta el final ante un Sevilla que aplicó veterenía para solucionar los problemas y a tres minutos del final Konoplyanka completó una gran jugada de Vitolo y selló las tablas. Mucho castigo para la valentía del Celta.
El equipo de Unai Emery jugará su primera final de la Copa del Rey desde 2010, cuando conquistó el trofeo al ganar 2-0 al Atlético de Madrid.
