Kendra Cordero
Samuel Amaya
@DiarioCoLatino
El abogado constitucionalista, Enrique Anaya, dijo en “Encuentro con Julio Villagrán”, que “El Salvador dejó de ser una democracia el 1 de mayo del 2021”, justo cuando Nuevas Ideas y aliados dieron el golpe al órgano judicial al remover a los magistrados de la Sala en se momento.
El 1 de mayo de 2021, El Salvador se encontró envuelto en una crisis política luego de que 64 diputados de Asamblea Legislativa, en su mayoría del partido Nuevas Ideas, votó a favor de la destitución de cinco magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia y del fiscal general, los cuales ese mismo día por la noche fueron reemplazados por otros que obedecen al órgano Ejecutivo. Ese hecho se consideró como un golpe de estado a la democracia en el país.
“Hay que tenerlo claro, democracia no es igual a votos”, sostuvo Anaya, quien ha sido fuerte crítico sobre el actuar de los políticos, sobre todo, en las decisiones que se toman en la Asamblea Legislativa, pues han sido en contra del estado de derecho, la separación de poderes y la democracia.
Anaya explicó que los votos solo son una herramienta de la democracia y que esta implica dos pilares esenciales: separación de poderes y vigencia de los derechos humanos, “si estos dos pilares no existen, no hay democracias”.
“Hoy en día se entiende que la democracia tiene sentido siempre y cuando sirva para la vigencia de los derechos humanos”, mencionó Enrique Anaya.
Por otro lado, comentó que tanto Nayib Bukele como el partido Nuevas Ideas obtuvieron de forma democrática el poder en el país, pero que el comportamiento de ellos “no es democrático”. Anaya mencionó que la democracia implica el cumplimiento de reglas ya establecidas a las cuales se deben adaptar y no cambiar al estar en el poder.
Es de recordar que luego de los Acuerdos de Paz, el país tuvo elecciones libres; esos acuerdos que el mismo gobierno los ha tildado de “falsos”, son lo que permitieron que llegara al poder. Anaya concluyó que “es complicado gobernar en democracia porque hay que negociar, hay que charlar (…) negociar políticamente es complicado en democracias, es más fácil gobernar a la fuerza”.