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El secretario general del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), Vinicio Cerezo informó que el Centro de Coordinación para la Prevención de los desastres en Centroamérica y República Dominicana (CEPREDENAC) estima que en este momento hay ya tres millones de personas afectadas en la región, por el fenómeno atmosférico Eta.
A su paso por la región centroamericana, Eta produjo fuertes y constantes lluvias, lo que generó inundaciones en varias regiones de Centroamérica, lo cual provocó las acciones de evacuación y rescate en algunas poblaciones, así como la habilitación de albergues para los miles de refugiados.
A pesar de la disminución de los vientos y de la intensidad de las precipitaciones, se temen los posibles efectos de las lluvias; sobre todo, el riesgo de nuevas inundaciones y de deslaves, considerando las elevaciones
montañosas que se encuentran en el trayecto de Eta.
Como huracán, Eta afectó al noreste de Nicaragua y al norte de Honduras en la madrugada del 3 de noviembre, tras su rápida intensificación de tormenta tropical a huracán de categoría 4.
En Nicaragua, el Sistema Nacional de Prevención de Desastres (SINAPRED) indicó que, aunque el impacto de Eta en las comunidades de la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte (RACCN) no causó pérdidas de vida, hay informes de interrupciones en el suministro de electricidad, inundaciones y carreteras bloqueadas.
Reportes preliminares indican al menos cuatro mil familias evacuadas (aproximadamente 30,000 personas) y refugiados en iglesias, escuelas y casas seguras.
En el caso de Honduras, a partir de las 12 del mediodía del 4 de noviembre, se decretó la Alerta Roja por tiempo indefinido en todo su territorio. Hasta la fecha, la Comisión Permanente de Contingencias Honduras (COPECO) reportó dos personas desaparecidas, siete fallecidos, más de 350,000 afectados y 51 albergues habilitados.
De igual forma, reportes de autoridades de Protección Civil de El Salvador detallan que se realizaron evacuaciones preventivas, por lo cual habilitaron 1,152 albergues en todo el país, en donde 48 de estos ya están siendo utilizados por más de 2,000 personas.
Según información brindada por las instituciones salvadoreñas, hasta el momento se contabiliza un aproximado de 32 familias evacuadas en diferentes puntos del país. Mientras que en la zona del reciente deslave, ocurrido el pasado 30 de octubre en el municipio de Nejapa, se evacuó a 182 familias para evitar que la tormenta Eta sume otras muertes a las nueve que dejó un desprendimiento de tierra y más de 60 viviendas destruidas.
En el caso de Guatemala, el presidente Alejandro Giammattei anunció que junto con el consejo de ministros firmaron el “estado de calamidad” para nueve departamentos (Izabal, Petén, Alta Verapaz, Chiquimula, Quiché, Zacapa, Jutiapa, El Progreso y Santa Rosa) para garantizar la ayuda a la población afectada.
Según la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED) de Guatemala, con datos al 6 de noviembre, hay 2,757 evacuados, más de 55 mil personas afectadas, 119 albergues instalados, 577 damnificados y un promedio de 50 personas fallecidas.