Por Rod Mac Johnson
Freetown/AFP
Sierra Leona se preparaba este jueves para confinar durante tres días a toda la población y tratar de contener la propagación del virus del Ébola, discount que ya ha matado a más de 500 personas en este país del oeste de África.
La medida coincide con una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU para examinar una propuesta de resolución estadounidense de respuesta global al virus.
Sierra Leona es uno de los tres países, junto a Liberia y Guinea, más afectados por el brote de ébola, que ha dejado cerca de 2.500 muertos en lo que va de año.
Los seis millones de habitantes del país tendrán que quedarse a partir de medianoche (00h00 GMT) en casa mientras cerca de 30.000 voluntarios acudirán a las viviendas para detectar posibles cadáveres o personas afectadas por el virus.
«Llueva o haga sol, el ejercicio de confinamiento seguirá adelante. Durante tres días tenemos que terminar el trabajo», dijo Steven Gaojia, el director del centro de operaciones de emergencia del gobierno.
La campaña, llamada «Ose to Ose Ebola Tok» («Charla sobre el ébola casa por casa», en lengua krio), será llevada a cabo por 7.000 equipos que quieren visitar 1,5 millones de hogares.
Los voluntarios repartirán jabón, explicarán a los habitantes medidas de prevención y alentarán a los vecinos a crear grupos de «vigilancia».
El gobierno ha asegurado que los equipos no entrarán directamente en las casas sino que llamarán a los servicios de emergencia si detectan cadáveres o enfermos de ébola.
También se han instalado camas suplementarias en escuelas y hospitales de todo el país.
El ministerio ha puesto en marcha además 14 equipos médicos que tomarán muestras de posibles víctimas del virus y las analizarán en laboratorios para saber si fallecieron a causa del ébola.
La policía y el ejército se asegurarán que se cumpla el confinamiento, del que están exentos el personal sanitario y la prensa, y la campaña será lanzada oficialmente por el presidente Ernest Koroma en un mensaje televisado, que será luego repetido por los jefes tribales en todo el país.
Medidas polémicas
Sin embargo, algunos expertos creen que estas medidas coercitivas son difíciles de aplicar y podrían tener consecuencias negativas.
«El país no tiene capacidad para visitar cada casa en solo tres días», dijo a la AFP, Jean-Hervé Bradol, exdirector de Médicos Sin Fronteras (MSF) y que ha trabajado muchos años como médico en África.
«La campaña podría llevar a la gente a ocultar a las posibles personas infectadas y el virus se extendería todavía más», afirmó, y aseguró que podría crear además «desconfianza» entre la población y el personal sanitario.
Al contrario, los líderes comunitarios sierraleoneses y la población de Freetown, la capital, ven con buenos ojos la campaña.
«Rezaremos para que la operación vaya bien. Apoyamos al gobierno», dijo Samuel Johnson, un hombre de 60 años que perdió hace poco a una hija a causa del virus.
Frente a la amplitud del brote, el Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York se reunirá este jueves para buscar una respuesta global, cuyo coste evalúa en cerca de 1.000 millones de dólares.
El presidente estadounidense, Barack Obama ha prometido enviar a 3.000 soldados al oeste de África para contener la epidemia, cuyas consecuencias económicas podría ser también «catastróficas», según el Banco Mundial.
El ministro cubano de Salud, Roberto Morales Ojeda, anunció el viernes anterior en Ginebra que Cuba desplegará a 165 médicos y enfermeros en Sierra Leona durante seis meses para ayudar a las autoridades de este país a combatir la epidemia de ébola.
«Vamos a cooperar con una brigada de 165 colaboradores, constituida por 62 médicos y 103 enfermeros», anunció el ministro cubano.
Todos estos médicos y enfermeros «han participado anteriormente en situaciones de desastre», y «han anunciado voluntariamente su disposición», añadió Morales.
El funcionario cubano precisó que algunos de ellos ya están en Sierra Leona. Su misión, en coordinación con la OMS, durará seis meses, a partir de la primera semana de octubre.
Este mismo jueves está previsto que la primera francesa contagiada con ébola, una cooperante que trabajaba para Médicos Sin Fronteras (MSF) en Liberia, regrese a Francia, indicó la ONG.
La epidemia de ébola en África occidental, la más grave desde que se identificó el virus en 1976, ha matado hasta ahora a 2.461 personas, en su mayoría en Liberia (1.296 muertos), según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El ébola es un virus que se transmite por contacto directo con la sangre, los fluidos corporales o los tejidos de personas o de animales infectados, y que tiene una tasa baja de supervivencia.
Por el momento no existe ninguna vacuna ni ningún tratamiento específico aunque la investigación se ha acelerado en los últimos meses para responder al brote.