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Sigfrido Reyes, expresidente de la Asamblea Legislativa expuso en una conferencia virtual ante la Fundación de Estudios Políticos Económicos Sociales Progresistas (FEPESP), que los procesos judiciales en su contra son promovidos por la derecha salvadoreña y el actual Gobierno.
Aseguró que se trata de una campaña de persecución política en su contra y los delitos han sido fabricados, lo cual responde a la dinámica de dañar la imagen de las instituciones políticas de tendencia social progresista. Reyes se autodenominó el primer exiliado político del actual Gobierno.
Su abogado, Pedro Cruz, detalló que existen tres procesos judiciales, uno penal, uno civil y otro de extinción de dominio, en contra de Reyes basados en los mismo hechos, de los que no se tienen pruebas que determinen una responsabilidad directa en el cometimiento de los delitos que se le imputan.
El jurista señaló que la Corte Suprema de Justicia, a través de su sección de Probidad, emplazó judicialmente a Reyes de forma arbitraria, haciendo excepciones para evaluar su declaración patrimonial correspondiente al período en el que se desempeñó como diputado. La Fiscalía General de la República también actuó de forma arbitraria, según explicó Cruz, pues inició un proceso penal sin dirimir la existencia de delitos en un juicio civil, este último inició después.
“Es una situación anómala, que acompañada de propaganda y de, incluso, presiones de la Presidencia de la República actual terminan en este linchamiento, es pavorosa y risible la manera en que la fiscalía ha presentado la acusación”, comentó.
El periodista Raúl Llarull, participante del conversatorio, reconoció que la situación de Reyes es una persecución política y que es necesario reconocer la existencia de esa figura en El Salvador.
Marcos Rodríguez, exsecretario de Transparencia y Anticorrupción consideró que se trata de un montaje político para golpear a la izquierda por la vía de dos estrategias: la jurídica y la mediática; “cuando una persona llega al juicio, la persona ya está socialmente condenada, tenemos que desenmascarar el ataque”, afirmó.
El llamado “linchamiento mediático” es parte de una táctica encasillado en la judicialización de la política, utilizada por el Gobierno de turno con el objetivo de desgastar a instituciones de tendencia izquierdista. “Sigfrido es uno de los casos, ellos saben que nosotros vamos por ellos, vamos por el poder constituido en la sociedad y no perderán oportunidad de destruirnos colectiva e individualmente”, sostuvo Rodríguez.
Sigfrido Reyes instó a la Fiscalía General de la República a promover con la misma diligencia la acción penal contra los delitos cometidos por el presidente, Nayib Bukele, sobre sus evidentes desacatos a las resoluciones de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y las invasiones a las atribuciones de los otros poderes de Estado. Al expresidente del parlamento la FGR le imputa delitos de desvío de fondos públicos, estafa agravada y lavado de dinero y activos.