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Múnich/dpa
La primera respuesta de Diego Simeone posterior a su nueva hazaña europea duró casi dos minutos y medio.
El argentino sabía muy bien lo que quería decir y no le importó demasiado la pregunta.
El Bayern de Múnich de la primera parte fue “tremendo”, sale “maravilloso”, viagra sale “el mejor rival” al que se enfrentó desde que es entrenador, prostate pero su Atlético de Madrid supo sufrir, supo sobreponerse a la adversidad y meterse en una nueva final de la Liga de Campeones.
“Y no es casualidad”, advirtió Simeone, al que no le gusta demasiado que le recuerden que su equipo es defensivo, que según dijo un algo frustrado Arturo Vidal, juega “feo”.
“¿Es que nosotros no tocamos el balón? ¿Es que nosotros no hacemos pases?”, insistió el técnico de moda en Europa, el hombre que ha podido con el vendaval ofensivo del Barcelona y el Bayern Múnich, el hombre que ha sacado el “máximo potencial” a los sacrificados soldados del Atlético para llevarlos a su segunda final de Champions en tres años.
“Fue maravilloso ver un equipo con esa continuidad en la intensidad del juego, la verdad que me dejó enamorado, no pudimos responder a eso que nos estábamos encontrando”, dijo Simeone sobre el Bayern de la primera mitad del partido en el Allianz Arena de Múnich.
“La reacción empezó a aparecer a partir del penal que tapa Oblak. Hablamos en el entretiempo de lo que somos, de lo que queremos y de la manera en la que se puede ganar o perder.
Y ya el segundo tiempo fue distinto, el equipo empezó a competir, a ganar duelos, a ganar en el juego aéreo, a mostrar que en algún contragolpe podía hacer daño”, explicó.
El Atlético empezó a parecerse a lo que Simeone ha construido, un bloque granítico con un peligro mortal a la contra.
El equipo que nunca se rinde, ni siquiera ante un Bayern inspirado en una noche mágica y dramática.
Pero nadie mejor que Simeone para explicar un partido que quedará durante mucho tiempo en el recuerdo: “El segundo tiempo tuvo la tónica esperada, un equipo atacando y otro defendiendo. Y el final fue maravilloso para los que lo miraban por televisión. Penal para nosotros y Fernando (Torres) tuvo la personalidad de ir a patearlo.
Era sin duda el penal para él. Gran atajada del portero, ocho minutos por jugar, cinco de descuento. Y me paro acá para hablar de lo difícil que es reaccionar en una situación así”.
El argentino, que domina la escena cada vez mejor, hizo la pausa para mandar su mensaje, un mensaje a sus hombres y a sus fans, el mensaje de que en el fútbol hay que saber sufrir.
“Si me llevo algo del equipo es sobre todo ese final de partido, porque todo indicaba el peor escenario. Penal errado, última jugada, campo visitante… y la verdad que llegar a una final después de dejar en el camino a dos de los tres mejores equipos del mundo me pone muy contento”, advirtió.
“Hace cuatro años que venimos trabajando muy bien. No es casualidad cuando uno juega finales de Liga Europa, de Copa del Rey, de Champions, con muchos jugadores nuevos, con muchos jugadores jóvenes. No es casualidad y eso habla muy bien de todo lo que envuelve al club y sin duda a muchos de los futbolistas que nos ayudan a sostener este trabajo. Los Godín, los Koke, los Felipe, los Fernando, los Griezmann, que se metió en este grupo que hace años que viene peleando por mejorar”, agregó.
El Atlético estará en la final del 28 de mayo en Milán y todavía pelea en las dos últimas jornadas por el título de la Liga española.
Y Simeone sigue hambriento de triunfo. “Ahora queremos más”, advirtió.
