Madrid/dpa
Pertenecen a la misma generación, no rx fueron futbolistas de éxito, online ahora son entrenadores de enorme prestigio y mañana se enfrentan en las semifinales de la Liga de Campeones. Son Diego Simeone y Josep Guardiola, dos técnicos ganadores, pero por caminos diferentes.
El estadio Vicente Calderón no sólo reunirá a un buen número de estrellas futbolísticas sobre la cancha en el duelo entre el Atlético de Madrid y el Bayern Múnich. En los banquillos también se vivirá un duelo cargado de «glamour»: cuesta encontrar en Europa a dos técnicos en activo más influyentes y cotizados.
Ambos tienen 45 años y dejaron huella como futbolistas. Simeone, en el club al que ahora entrena; Guardiola, en el Barcelona. Y ambos fueron capaces de plasmar en los banquillos lo que antes enseñaron en el terreno de juego.
Guardiola fue un centrocampista de clase, de toque, de pizarra. Siempre le interesó la táctica y siempre defendió la pelota como el camino más directo hacia la victoria. Ese gusto lo llevó a su siguiente etapa, la de entrenador, tan impregnada de la filosofía que antes le había transmitido el recientemente fallecido Johan Cruyff.
Simeone también fue centrocampista, pero de un corte muy diferente. Lo suyo era el despliegue, el rigor, el compromiso, el carácter, el esfuerzo, el empuje a través de un carácter ganador. Justo todo lo que define al actual Atlético, que no necesita el balón para ganar. Parece paradójico, pero el equipo rojiblanco domina los partidos sin dominar la posesión.
Ambos entrenadores demuestran que no hay un solo camino hacia el éxito, que no hay una fórmula única para llegar a la victoria. Y ambos técnicos defienden sus divergentes ideas con idéntico fanatismo.
Otra cosa une a Simeone y Guardiola es su forma de vivir el fútbol, de sentir cada partido. No son entrenadores que se limitan a estar sentados en el banco o susurran órdenes a sus jugadores. Al contrario, influyen en los partidos -o al menos tratan de hacerlo- con sus actuaciones en el área técnica. Protestan al árbitro, arengan a los jugadores, se dirigen a la grada… Son protagonistas activos de los encuentros.
El Vicente Calderón asistirá mañana a un choque de estilos radicalmente diferentes, un duelo táctico singular entre dos técnicos con idéntica forma de sentir el fútbol, pero con diferentes maneras de vivirlo.
«Veremos un duelo entre dos equipos que, a su manera, tienen muy claras sus ideas. Quizás sin un ida y vuelta apasionante, pero sí muy parejo e interesante», explicó el entrenador argentino César Luis Menotti en su columna para dpa.
«Por un lado, un Atlético de Madrid muy disciplinado dentro de la idea de Diego Simeone, que basa su estrategia en la interrupción del juego y al que es muy difícil sacarlo de su lugar. Por el otro, un Bayern Múnich que se apoya en la tenencia de la pelota, los cambios y la utilización de los 70 metros de ancho de la cancha como distracción», añadió.
Hasta el momento, Simeone y Guardiola sólo se enfrentaron una vez como entrenadores. Fue el 26 de febrero de 2012 y ganó el Barcelona 2-1 en el Vicente Calderón en lo que precisamente fue la primera derrota de Simeone como técnico del Atlético.
Fue un resultado que sin duda hoy firmaría el actual técnico del Bayern. Lo que ocurre es que entonces Guardiola tenía a sus órdenes a un tal Lionel Messi, quien decidió aquel duelo con un magistral gol de falta a nueve minutos del final. Y precisamente el conjunto de Simeone eliminó en cuartos al equipo de Messi.