Por Simon Sturdee y Cecile Feuillatre
Viena/AFP
Las potencias implicadas en las negociaciones nucleares con Irán seguían trabajando este jueves para encontrar un acuerdo, pero por ahora sin lograr avances, cinco días antes de que expire el plazo extra para llegar a un compromiso definitivo.
El jefe de la Agencia Internacional de la Energía Atómica, Yukiya Amano, se reunió en Teherán con el presidente del Consejo Supremo Nacional de Seguridad iraní, Ali Shamjani, y posteriormente tenía previsto entrevistarse con el presidente Hasan Rohani, para buscar una nueva forma de resolver una de las cuestiones más complejas de la negociación: las inspecciones internacionales a instalaciones iraníes sospechosas de desarrollar la bomba atómica.
«No creo que estemos todavía en un momento de avances», declaró el jefe de la diplomacia británica, Philip Hammond, antes de sumarse a las discusiones que arrancaron hace seis días en la capital austríaca entre las potencias del grupo 5+1 y Teherán, y antes de entrevistarse con el secretario de Estado estadounidense, John Kerry.
Pero «el trabajo continúa».»En los próximos días verán a ministros ir y venir para mantener el momentum de las negociaciones», añadió.
Las potencias del grupo 5+1 – Reino Unido, China, Francia, Rusia, Estados Unidos y Alemania- se han dado una semana extra, hasta el 7 de julio, para intentar cerrar un acuerdo sobre el programa nuclear iraní tras 20 meses de intensas negociaciones.
‘Aún no estamos ahí’
«Es evidente que aún no estamos ahí», dijo el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, a los periodistas. «Hay pequeños y grandes obstáculos, y estamos trabajando para eliminarlos», aseguró.
«Si la voluntad y el coraje de todos bastará, es una pregunta a la que aún no podemos responder».
La AIEA sospecha que Teherán desarrolló investigaciones, al menos hasta 2003, para fabricar una bomba atómica, por lo cual quiere acceder a los sitios y a los científicos implicados en esos trabajos.
Irán siempre ha desmentido querer dotarse de un arsenal atómico y afirma que los documentos en los que se basa la AIEA son falsos.
El organismo de la energía atómica de la ONU, que despliega cotidianamente entre cuatro a diez inspectores en Irán, ya tiene acceso a determinados sitios nucleares, pero las grandes potencias quieren reforzar el poder y el perímetro de las inspecciones, algo a lo que se niegan las autoridades iraníes.
La visita de Amano a Teherán invitado por Irán tiene por objetivo dar un salto cualitativo en la negociación de este punto peliagudo.
«Cualquier pacto que asegure la continuación y progreso de la industria nuclear con fines pacíficos y el levantamiento incondicional de las injustas e ilegales sanciones será visto como positivo», dijo Shamjani, citado por la agencia iraní IRNA.
Kerry debía reunirse más tarde con su homólogo iraní, Mohamad Javad Zarif, para continuar negociando.
Por su parte, la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini se posicionó en la línea de sus colegas europeos a su regreso a la capital austríaca.
«Aún no estamos ahí, pero estamos avanzando, así que irá bien», aseguró.
Interrogado por los periodistas sobre las opciones de un acuerdo, Zarif respondió que tenía que tener «esperanza» y rechazó las informaciones de que iba volver a Teherán para recibir instrucciones. «Estoy aquí», afirmó desde el balcón de su habitación.
Entre las cuestiones espinosas que aún quedan por resolver, además de las inspecciones internacionales, están el ritmo con el que se levantarán las sanciones a Irán, el mecanismo de marcha atrás si Teherán no cumple o el desarrollo futuro de equipamiento nuclear por parte de la República Islámica.