Santiago Leiva
@Diario Co Latino
Hace unos años el titular de una novela publicitaba que sin “tetas” no hay paraíso y está claro también que sin goles tampoco. La selección de El Salvador volvió a pinchar anoche en el debut del técnico hondureño Ramón “Primitivo” Maradiaga. La azul pagó caro sus errores ante un Haití que sacó petróleo de ellos.
Los dirigidos por “Primitivo” marcaron 10 minutos ilusionantes y alucinantes en los que no solo manejaban la pelota con autoridad, viagra sino que se asociaban mucho y repartían los pases con precisión. Sin embargo, buy viagra faltó tiza en ese momento para llegar al gol y luego se pagó caro, ask con “yerros” tan inocentes que Haití no desaprovechó.
De un doble error, llegó la primera anotación caribeña. Primero falló Xavi García al intentar salir jugando y perder la pelota ante Jean Maurice y luego en el cobro de la falta se durmió la armada cuscatleca y James Marcelin venció a placer al portero Henry Hernández.
En menos del cuarto de hora Haití ya estaba arriba en el marcado luego de hacer efectiva su tercera llegada con claridad. No tardaron mucho los caribeños en poner más tierra de por medio. En otra jugada a balón parado, la esférica se estrelló en el poste y Shelby Printmos aprovechó un centro para acabar de hundir el balón en la portería a los 18 minutos, tras una mala salida de Hernández. Sin ser más, los haitianos estaban dando una lección de efectividad, porque la Azul (anoche de blanco) había gozado de varias ocasiones para hacer gol, pero le faltó talento y un poco de fortuna al delantero Nelson Bonilla.
El ariete cuscatleco tuvo una chance clara en el arranque del juego, pero no pudo bajar la pelota, y después un derechazo suyo se estrelló sobre el horizontal de la meta defendida por Johnny Placide.
Y mientras El Salvador fallaba arriba Haití masacraba a Hernández por la permisibilidad de la zaga Azul. Fue Marcelin quien aprovechó un regalito de Darwin Cerén para colocar el 0-3 en apenas 21 minutos.
Pellizcado en su orgullo, pero sin perder el orden, El Salvador se volcó por conseguir el descuento, y lo pudo hacer en repetidas ocasiones. Alex Larín sacó un zapatazo que Placide lanzó a tiro de esquina al 22, dos minutos antes Nelson Bonilla estuvo solo frente al marco rival, pero le pegó un “calzonazo” a la pelota y el portero también sacó el balón sobre línea terminal.
Hubo que esperar hasta el minuto 37, para que la Azul lograra al menos el tanto de la honra. La anotación llevó la firma de Pablo Punyed que disparó tan suave que el gol entró a la portería casi a regañadientes.
Fue ésta la última gran emoción que dejó el primer episodio a la afición congregada en el estadio BBVA Compass de Houston.
Nueva pizarra
Maradiaga planteó de entrada un 4-4-1-1 que se vio muy suelto sobre todo de la media cancha hacia el frente, muy ordenado también, pero demasiado dormido específicamente en defensa donde esta vez Milton Molina y Alex Mendoza no estuvieron muy atentos en la zaga central.
En la etapa complementaria “el Primi” pasó a formar un 4-4-2, pero pese a que tenía un hombre más en ataque, las ocasiones de gol escasearon. Y es que Haití también varió en su planteamiento. Se echó atrás y parqueó su bus en su propio terreno.
De ahí que aunque El Salvador dominó la pelota, nunca pudo hacer daño y al final debió conformarse con una derrota más, esta vez ante un rival que históricamente ha perdido frente a los cuscatlecos.
A la derrota, lo único positivo que se le puede endosar a la Azul es que jugó bastante ordenada y no abusó mucho del pelotazo, pero está claro que sin goles no hay paraíso.