Barcelona/dpa
¿Puede el Barcelona ser solvente y resolutivo sin Lionel Messi? Puede, sostiene Luis Enrique, pese a que el discurrir de esta temporada le quite, de momento, la razón.
“Elogio a mi equipo, a mis jugadores y a mi afición. En la segunda parte ha habido más ocasiones de gol, aunque ninguna especialmente clara, porque cuando se repliegan tanto no las hay”, afirmó Luis Enrique el sábado, después de que los azulgrana cedieran un empate sin goles ante el Málaga y el Real Madrid ampliara a cuatro puntos su ventaja como líder de la Liga española de fútbol.
Por más que el entrenador azulgrana se empeñe en alabar el quehacer de su equipo en ausencia del astro argentino, lo cierto es que cuando Messi no juega al Barcelona se le apaga la luz.
Sin su pieza principal, el ecosistema barcelonista se desequilibra. Y más cuando, a la baja del cinco veces Balón de Oro, se le suma la de puntales como Andrés Iniesta y Luis Suárez, como sucedió frente al Málaga en el Camp Nou.
Sin dos de los tres componentes del tridente -Messi por una indisposición estomacal y Suárez por sanción- y sin su director de juego -lesionado-, el Barcelona cedió dos nuevos puntos ante su hinchada, que ya ha visto escapar siete en lo que va de Liga. Sólo dos de esas siete unidades perdidas volaron con Messi en la cancha. El crack argentino formó en el once de Luis Enrique cuando el Atlético de Madrid se llevó un empate (1-1) del estadio azulgrana en la quinta fecha.
Pero el técnico español no contó con Messi en la derrota ante el Alavés (2-1) en la tercera jornada de la Liga ni tampoco en la caída ante el Celta de Vigo (4-3), en la séptima, esta vez en cancha gallega.
“Somos el Barça. Las ausencias no son una excusa. Tenemos jugadores que valen mucho dinero y tienen que rendir. El presupuesto del Barça comparado con el del Málaga es una barbaridad, así que aquí no valen las excusas”, afirmó, sin embargo, Gerard Piqué tras el 0-0 ante el Málaga.
En ausencia del 10 y vista la inoperancia de Paco Alcácer, el central catalán del Barcelona trató, con su polivalencia, de paliar algunas de las carencias azulgranas. Pero actuando como delantero centro en los últimos minutos frente al Málaga, Piqué no acertó con el arco en esta ocasión.
En general, el Barcelona no tuvo ni el desequilibrio ni el desborde suficientes para quebrar la tupida defensa de los andaluces, que plantaron dos líneas de cinco hombres en torno a la portería del insuperable Carlos Kameni.
Así las cosas y como ya les había sucedido ante rivales similares, a los azulgrana les costó construir y aun más definir. Alcácer, el jugador fichado para aportar gol como alternativa al tridente, vagó por el área como alma en pena, no apuntó al arco y tampoco se asoció. Luis Enrique, no obstante, elogió su actuación.
Neymar tuvo el gol en sus botas, pero, con un vuelo excelso, Kameni lo evitó. Al contrario de lo que suele suceder con Messi, el crack brasileño no tiene en el Barcelona el peso y la trascendencia que exhibe con su selección. Ese papel le corresponde al argentino y, en su ausencia, a Neymar le cuesta interpretarlo. Ni él ni el equipo parecen tener los mecanismos necesarios para que el brasileño le tome el relevo de manera automática.
Luis Enrique sigue buscando la fórmula para que los suyos se impongan cuando Messi no está. Porque, cuando los azulgranas funcionan, el astro acostumbra a explicar en gran medida el buen desempeño del Barcelona. Y cuando sus compañeros no tienen el día, Messi se suele bastar: dirige y anota. Como ante el Sevilla, en la undécima fecha.
Difícil encontrar una alternativa cuando un jugador acapara tanto protagonismo y tiene semejante poder de decisión en un partido.
Ése es, desde hace años, el gran reto del Barcelona. Pero pasan las temporadas y los azulgrana, lejos de acercarse a una solución, cada vez parecen tenerla más lejos: los de Luis Enrique, que la pasada campaña cedieron sólo ocho puntos en casa en toda la Liga, han protagonizado ya su peor arranque de campeonato desde 2007.
“Es preocupante que dejemos escapar tantos puntos en casa. Cuando hemos ganado la Liga, siempre hemos sido muy fuertes en casa”, avisó Piqué tras el último tropiezo.
En el próximo duelo en el Camp Nou, los vigentes campeones de Liga se medirán al Real Madrid. Ni Piqué ni Luis Enrique ni ningún azulgrana quieren pensar en la posibilidad de que el Barcelona no cuente con Messi para el clásico por una nueva indisposición.