Ciudad de México/Sputnik
Desde la madrugada del jueves, el estado mexicano de Sinaloa (noroeste), en particular su capital, Culiacán, afronta una ola de violencia por los enfrentamientos entre narcos y autoridades, que, al igual que ocurrió en 2019, afecta a toda la población.
En la madrugada del 5 de enero, las fuerzas de seguridad mexicanas realizaron un operativo conjunto que permitió la recaptura del narcotraficante Ovidio Guzmán, hijo del reconocido narco Joaquín “El Chapo” Guzmán y uno de los actuales líderes del Cartel de Sinaloa.
“El Ratón”, como es conocido el hijo de Guzmán, fue recapturado tras el fallido operativo de similares características que hace poco más de tres años llevó a su primera detención.
JUEVES NEGRO
Lo vivido en las calles de Culiacán en las últimas horas lleva a sus pobladores a revivir la situación que atravesaron el 17 de octubre de 2019, conocida popularmente como “batalla de Culiacán” o “Culiacanazo”, también un jueves, cuando la organización criminal Cártel de Sinaloa y las fuerzas de seguridad se enfrentaron a raíz de la detención del heredero del imperio del “Chapo”.
Tras la acción del Ejército mexicano, que se dirigió a la casa de Guzmán para detener al líder narco y ejecutar una orden de un juez estadounidense, los narcotraficantes respondieron a gran escala desatando una ola de violencia que llevó a las autoridades a liberar a “El Ratón”.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, defendió la decisión de poner fin a la operación militar con más de 150 efectivos apoyados por helicópteros, liberar al capo que había sido detenido y retirar las tropas de la residencia de Guzmán y aseguró que se basó en una “razón de Estado: la salvaguardia de la vida de las personas” y devolver la paz y tranquilidad a la población.
DÉJÀ VU
Como un déjà vu del “Culiacanazo”, tras el operativo lanzado por las autoridades federales del país para recaptura a Guzmán, los narcotraficantes desplegaron toda su contundencia para tratar de doblegar a las fuerzas de seguridad con balaceras, bloqueos de carreteras e incendios de vehículos en distintos puntos del estado que llevaron a suspensión de clases y actividades oficiales y al cierre de los aeropuertos de la zona por seguridad.
El jueves, poco después de la detención, un avión de pasajeros de Aeroméxico que estaba a punto de despegar en el aeropuerto de Culiacán recibió disparos y aunque ninguna persona resultó herida la situación generó pánico entre los viajantes.
Las autoridades estatales pidieron a la población que se quedara en los hogares hasta que fuera seguro salir.
RECAPTURA
Para algunos, la decisión del Gobierno mexicano de volver a ir tras de Ovidio es una redención de López Obrador, quien fue duramente cuestionando por lo sucedido en 2019. Para otros, una demostración de su lucha contra las drogas para EEUU.
La recaptura de “El Ratón”, quien, al igual que sus hermanos, enfrenta cargos en EEUU por los delitos de conspiración para traficar cocaína, metanfetaminas y marihuana, se dio a días del arribo del presidente Joe Biden a Ciudad de México para participar en la Cumbre de Líderes de América del Norte la semana que viene.
Desde el año pasado, las autoridades de la mayor potencia norteamericana ofrecían una recompensa de cinco millones de dólares por información que condujera a la captura de la familia Guzmán.
El secretario de Defensa mexicano, Luis Cresencio Sandoval, aseguró en conferencia de prensa que su captura se trata de “un golpe contundente a la cúpula de poder” del Cartel de Sinaloa, al que llamó Cartel del Pacífico, e informó que se logró después de “seis meses de trabajo de reconocimiento y vigilancia en el área de influencia de este grupo criminal”.
Tras su detención, el narcotraficante fue trasladado a la Ciudad de México donde quedó a disposición del Ministerio Público.
Este viernes, un juez federal de México suspendió la extradición a EEUU de Ovidio Guzmán, informan medios locales. Anteriormente, el canciller Marcelo Ebrard había asegurado que su traslado al país vecino no sería inmediato.
Por su parte, López Obrador afirmó este viernes que “no hubo injerencia de EEUU” en el operativo y que la detención de Guzmán no era una entrega para Washington.
CIFRAS
Los enfrentamientos de 2019 dejaron ocho muertos, entre ellos un civil, y 16 heridos.
En la nueva edición del “Culiacanazo”, según el balance oficial de las autoridades, fallecieron 10 militares y 19 agresores, mientras que no se registra la muerte de ningún civil. Además se reportaron 21 detenciones.
A estas horas, según el Gobierno, más de 4.500 miembros del Ejército y la Guardia Nacional “resguardan la seguridad y coadyuvan a restaurar el orden y fortalecer el Estado de derecho en la entidad”.