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Gloria Silvia Orellana
@SilviaCoLatino
“Si el campo no produce, las ciudadades no comen”, dijo Alberto Blanco, de la Mesa Por la Soberanía Alimentaria, al pronunciarse en el marco de la conmemoración Trigésima Novena, de la Proclama de la Ley Básica de la Reforma Agraria, que se constituyó en uno de los detonantes del conflicto armado, en la década de los años ochenta.
“La Reforma Agraria pretendía alcanzar una distrubición equitativa de la riqueza nacional, incorporando a la población rural al desarrollo económico y social, en donde un 0.5 % de propietarios, poseían el 59 % de tierras cultivables en el país”, reseñó Blanco.
Adalberto Blanco, manifestó la postura de la Mesa por la Soberanía Alimentaria, sobre la actualidad de país, instando al gobierno saliente a aprobar a la brevedad posible, aprobar una Política de Impulso a la Agroecología y la Política de Mujeres Rurales, así como deducir las responsabilidades de quienes talaron el cerro El Águila, juayúa, Sonsonate
“Al gobierno entrante le pedimos recapacitar sobre el planteamiento de reducir los trámites para permisos ambientales, y sobre todos su visión de que la protección de la naturaleza es un obstáculo para el desarrollo y la competitividad del país”, sugirió.
Asimismo, la Mesa por la Soberanía Alimentaria, apoya un trabajo para impulsar algunas políticas, servicios y propuestas agrícolas que cuenten con la visión esttratégica y prácticas de las mujeres rurales, a fin de construir una cultura de inclusión y equidad social.
Doris Evangelista, añadió que aún se encontraban esperando que los diputados en la Asamblea Legislativa, para que aprueben la Ley de Seguridad y Soberanía Alimentaria, que cuenta en su contenido con propuestas de la sociedad civil organizada.
“Queremos que hagan su trabajo, que pongan su mano en la conciencia y puedan aprobar una ley que favorezca al pueblo salvadoreño con la Ley de Seguridad y Soberanía Alimentaria y la Ley de Aguas, que han venido dilatando estos procesos por mucho tiempo, y que nosotros presentamos y venimos trabajando desde el año 2012, y los diputados han prometido, pero seguimos esperando. Valdría la pena que agilizaran este proceso, porque hay una realidad muy fuerte que muchos campesinos, campesinas y familias completas, no tienen acceso a la tierra”, sostuvo.
Silverio Morales de los Pueblos Indígenas, consideró que si un pueblo está pidiendo una ley que facilte herramientas para cultivar y cuidar del agua, es suficiente para iniciar un desarrollo social y económico, lejos de los monocultivos que afectan la tierra de los pequeños agricultores.
“Lo que necesitamos es tierra a donde cultivar, porqque orgánicamente fabricamos el abono y repelentes de insectos, sin contaminación química. En Nahuizalco, Sonsonate, de donde soy, muchos hombres y mujeres no tienen tierra que cultivar nuestro maíz, frijol o maicillo, que necesitamos para vivir. Invitó a los diputados a no seguir en deuda con el pueblo, porque de lo contrario, serían incapaces de realizar el trabajo que les encomendó el pueblo”, concluyó.
