@arpassv
Independencia, hospital site soberanía y autodeterminación todavía son deudas o tareas pendientes, thumb por factores externos e internos que vale la pena recordar ahora que celebramos las fiestas patrias.
El alto endeudamiento externo y las condiciones que imponen los organismos financieros internacionales, es un factor que vulnera la autodeterminación porque condiciona la implementación de nuevas políticas económicas y sociales.
Los tratados de libre comercio también violan la soberanía. El TLC con Estados Unidos –avalado por la Sala Constitucional– incluye principios y mecanismos (expropiación indirecta, trato nacional a empresas extranjeras, solución de controversias) que atentan contra nuestra independencia.
Respecto a Estados Unidos, la dependencia en el tema migratorio y remesas también menoscaba la soberanía nacional. La influencia estadounidense se expresa también en proyectos como Fomilenio II y con iniciativas como la Alianza para la Prosperidad, que incluye presencia militar norteamericana en los países del triángulo norte centroamericano.
Esto explica que, a pesar del segundo gobierno de izquierda, el país no se incorpore a los procesos de integración promovidos desde el sur del continente ni establezca relaciones con China (en vez de esto se profundizan los vínculos con Taiwán).
Internamente, violenta la soberanía el andamiaje jurídico neoliberal heredado de los gobiernos de ARENA: leyes como la de Minería y de Inversiones contienen aspectos nocivos para la soberanía. Aquí se cuentan también las 23 leyes que permiten la elusión (evasión legal) de impuestos a grandes empresas.
Impiden la reversión de estas leyes la mayoría legislativa de la derecha, el poder económico de la oligarquía y la fuerza mediática de quienes buscan mantener a toda costa el modelo económico neoliberal que genera exclusión. A este esfuerzo por perpetuar el status quo se han sumado entusiastas los cuatro magistrados de la Sala Constitucional.
Los magistrados declaran constitucional el TLC con Estados Unidos, avalan la Ley de Telecomunicaciones y revierten medidas tributarias progresivas como la que gravaba a grandes empresas que declaran perdidas para evadir al fisco.
Por tanto, este 15 de septiembre, es ocasión propicia para reiterar el desafío de una verdadera independencia, soberanía y autodeterminación.