César Villalona
El 24 de enero, el Gobierno salvadoreño pagó $604 millones de los bonos por $800 millones emitidos en 2023. Los otros $196 millones los había pagado por adelantado a finales de 2022.
El ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, dijo el año pasado que negociarían con los tenedores de bonos para que solo cobraran el 80% de la deuda, es decir, $640 millones, a fin de que el Gobierno se ahorrara $160 millones. A esa maniobra el Gobierno le llamó comprar la deuda, es decir, pagarle por anticipado a los tenedores de bonos a cambio de una rebaja del 20%.
¿Y qué pasó? Que el Gobierno solo se ahorró $23 millones del pago de intereses a los tenedores de bonos que cobraron con anticipación. El ministro de Hacienda lo reconoció en un programa de televisión del 25 de enero: “hicimos un pago total de $196 millones antes del vencimiento del plazo y nos pudimos ahorrar alrededor de $23 millones en el pago de intereses”.
En resumen, el Gobierno pagó $800 millones, una parte el año pasado y otra este año, y se ahorró $23 millones de intereses. O sea, su maniobra fracasó, pues el monto ahorrado, aunque no es malo, está muy lejos de lo que pretendía.
Pero ahí no termina este asunto. El Gobierno contrató a un banco, el Deutsche Bank Securities, para que fuera intermediario en la negociación con los tenedores de bonos. Obviamente, el banco no trabajó gratis. Lo que no sabemos es cuánto le pagó el Gobierno. Ver https://www.swissinfo.ch/spa/
Otra cosa, ¿de dónde se obtuvo el dinero para pagar los $800 millones? El ministro de Hacienda se molestó (entrevista del 25 de enero) con un periódico que exige que eso se aclara, como si tal exigencia fuera un delito. Pero hurgando un poco podemos dar con alguna información.
En julio del año pasado, la Asamblea Legislativa aprobó un préstamo de $200 del Banco Interamericano de Desarrollo y autorizó al Banco Central de Reserva (BCR) a prestarle al Ministerio de Hacienda 275 millones de Derechos Especiales de Giro (moneda del FMI), para “asegurar fondos disponibles para hacer una oferta de compra (…) a todos los tenedores de bonos de deuda soberana salvadoreña que abarca desde 2023 hasta el año 2025”. https://www.asamblea.gob.sv/
Los $200 millones del BID más los Derechos Especiales de Giro, que en dólares son $360 millones, suman $560 millones. Ese monto es insuficiente. Además, una parte del mismo también se utilizó para adelantar el pago de otros bonos que vecen en 2025. ¿De dónde salió el resto del dinero?
No podemos dar una afirmación categórica, pero sabemos que el ministro Zelaya insinuó, en una entrevista de junio del año pasado (https://www.youtube.com/
Entre junio y diciembre del año pasado, las reservas del BCR disminuyeron en $1,043 millones, de $3,483 millones a $2,440 millones (https://estadisticas.bcr.gob.
Todo parece indicar, entonces, que la deuda de bonos, o la mayor parte de ella, se pagó con otras deudas. Nada nuevo en el mundo de las finanzas. En eso consistió la genialidad financiera del ministro de Hacienda.