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Sobre el reciente informe personal técnico del FMI

César Villalona
La misión FMI que estuvo en El Salvador entre el 30 de enero y el 8 de febrero de 2022, presentó un informe sobre el estado de la economía nacional y algunas propuestas para enfrentar los desequilibrios económicos.
El informe, como es habitual, inicia destacando “aspectos positivos” de la economía, como el crecimiento de 2.8% en 2022, la mejora de la seguridad pública, la promoción del turismo y la reducción de los costos del comercio y del tiempo para trámites administrativos. También señala que “el gasto en educación ha aumentado (de 3.6 a 5.0 por ciento del PIB entre 2019 y 2022)”. Ese dato es incorrecto, pues como el Gobierno solo ejecutó el 80% del gasto de educación aprobado, el mismo representó el 4% del PIB.
Luego el informe menciona 10 aspectos negativos de la economía:
1. “Las vulnerabilidades aumentaron en 2022. Se estima que el déficit de cuenta corriente creció hasta alrededor del 8 por ciento del PIB”. Eso quiere decir que el comercio de bienes y servicios con el resto del mundo fue muy adverso para la economía salvadoreña, pese a la enorme entrada de remesas.
2. “Las reservas internacionales han caído a cerca de 2 meses de importaciones”. El FMI se refiere al ahorro de divisas en el Banco Central de Reserva (BCR), cuyo nivel es aceptable si, en un escenario hipotético de nula entrada de dólares, permite financiar por lo menos tres meses de importaciones. En El Salvador solo alcanza para dos meses.
3. “El saldo de deuda interna de corto plazo se ubica en 8¾ por ciento del PIB”. Eso significa que la deuda es muy grande y debe pagarse en un plazo de un año. Como el presupuesto 2023 no incluye recursos para cancelar dicha deuda, habrá que pagarla con más préstamos de la banca nacional.
4. “El Ministerio de Hacienda sigue careciendo de acceso a los mercados internacionales de capitales”. O sea, que no le quieren comprar bonos. Y hay que toman en cuenta que el presupuesto de este año tiene un déficit de $1,915 millones que el Gobierno tendría que conseguir con deuda. Si no consigue ese dinero paralizará muchas inversiones, como hizo el año pasado.
5. “Se proyecta que el crecimiento se modere y se mantengan los desequilibrios macroeconómicos. Se prevé que el PIB real crezca un 2.4 por ciento en 2023”. Eso significa que la producción de bienes y servicios crecerá menos y que se mantendrán los problemas financieros del Gobierno, el desbalance comercial con el exterior, las bajas reservas monetarias y las alzas de precios.
6. “Se prevé un aumento de la deuda pública de corto plazo, impidiendo el restablecimiento de colchones de reservas adecuados”. Es decir, el Gobierno les pedirá más préstamos a los bancos privados del país y, al mismo tiempo, disminuirán las reservas de dichos bancos en el BCR
7. “Los riesgos para las perspectivas son elevados”. O sea, el futuro es malo. ¿A cuáles riesgos se refiere el FMI? Veamos:
a) “Una desaceleración marcada en Estados Unidos podría perjudicar las exportaciones y las remesas”.
b) “Una caída de los flujos de capital privados netos podría forzar a una mayor corrección de la cuenta corriente, con implicaciones negativas para el crecimiento”.
c) “choques de liquidez podrían frenar el crédito al sector privado y el crecimiento”.
d) “No pueden descartarse choques debidos al cambio climático y a otras catástrofes naturales”.
8. “La deuda pública (…) sigue siendo elevada y se encuentra en una senda insostenible”. Esa advertencia es muy contundente, pues, como instrumento de la banca mundial, lo que más le preocupa al FMI es que un Estado no pague su deuda.
9. “El aumento del 30 por ciento de los derechos de pensión acelerará las disminuciones de fondos de las cuentas de capitalización y, probablemente, se traducirá en mayores pasivos del Gobierno a mediano plazo.” Eso quiere decir que la reforma de pensiones golpeará las finanzas del Gobierno.
10. “Los requerimientos de reserva se han reducido a la mitad desde 2019, y los colchones de liquidez de todo el sistema han disminuido. Como resultado, la exposición de los bancos al gobierno ha aumentado”. Dicho de otro modo, el Gobierno redujo la reserva de liquidez del BCR, para que este les pase fondos a los bancos comerciales y estos le presten al Gobierno, cuya deuda es tan grande que ha puesto en peligro la sostenibilidad de los bancos.
Ante la precaria situación económica y las malas perspectivas, el FMI propone 10 medidas:
1. “Es necesaria una consolidación fiscal inclusiva y favorable al crecimiento, respaldada por medidas estructuralmente sólidas que asciendan a alrededor de 3½ por ciento del PIB en los próximos tres años”. O sea, hay que aumentar impuestos y reducir gastos por un monto equivalente al 3.5% del PIB (alrededor de $1,100 millones). Dicho de otro modo, el Gobierno debe conseguir más dinero y gastar menos.
2. “Es necesario un mayor esfuerzo para afrontar las limitantes al financiamiento, en el contexto de una disminución prevista de los ingresos”. Es decir, el FMI prevé una disminución de los ingresos. Y en eso tiene razón, pues ya cayeron -3.7% en enero. Lo negativo es el tipo de “esfuerzo” que el FMI recomienda.
3. “Debería considerarse el aumento de la tasa de impuestos sobre el consumo”. Eso sería muy negativo para el pueblo, pues todo se pondría más caro.
4. “Debería considerarse la eliminación del subsidio universal al GLP (Fondo de estabilización) y mejorar la focalización del subsidio al GLP”. Eso significa que miles de hogares pagarían más caro el gas.
5. “Reforzar los incentivos y la sostenibilidad financiera del sistema de pensiones”. El FMI no hace una recomendación específica pero reconoce que los problemas financieros del sistema.
6. Aumentar “los requisitos de reserva a al menos el 15 por ciento de los depósitos” para fortalecer “los colchones de liquidez bancarios”. En otras palabras, reducir la capacidad de los bancos para prestarle dinero al Gobierno.
7. La “transparencia sobre las transacciones del gobierno en Bitcoin y la situación financiera de la billetera estatal (Chivo) sigue siendo esencial, especialmente para evaluar las contingencias fiscales subyacentes y los riesgos de contraparte (…) Chivo debería ser auditado”. Muy claro. Como el interés esencial del FMI es asegurar que el Gobierno pague su deuda, le preocupa que el bitcoin le esté generando más problemas financieros.
8. “Las auditorías sobre el gasto de emergencia relacionado con la pandemia, financiado por el Instrumento de Financiación Rápida de 2020 del FMI y el préstamo de emergencia del BID, deberían finalizarse en 2023”. Interesante ¿Por qué el FMI y el BID aceptaron el retraso de las auditorías a sus propios préstamos?
9. “Los estándares de transparencia fiscal vigentes antes de la suspensión de la Ley de Responsabilidad Fiscal deberían volver al mismo nivel que existía antes del inicio de la pandemia (…) deberían publicarse los planes macro-fiscales y de financiamiento de mediano plazo; mientras que las estadísticas fiscales deberían alinearse con estándares internacionales”. ¡increíble! El FMI casi acusa al Gobierno de malversar los fondos públicos. Claro, le preocupa mucho que el Gobierno no pague lo que debe.
10. “Deberían proseguir los esfuerzos para proteger la independencia judicial y garantizar un acceso imparcial al sistema judicial con el fin de atraer inversiones y mejorar el clima de negocios en El Salvador”. El FMI redactó mal esa sugerencia. Tales esfuerzos no pueden “proseguir” pues no existen.
En su informe, el FMI reconoce los problemas económicos que han señalado muchos sectores del país y que el Gobierno finge desconocer. Pero sus propuestas son contractivas y a la vez inflacionarias. Además, en un año preelectoral el Gobierno no aumentará los impuestos al consumo ni recortará el subsidio al gas. Lo que hará es endeudarse más con la banca nacional y con los fondos de pensiones. Claro, como ese camino conduce a un atolladero, el ajuste severo y antipopular llegará más adelante.
Finalmente, en este Gobierno no habrá transparencia en el manejo de los recursos ni independencia judicial. El FMI lo sabe.

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