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Sobre la pobreza en El Salvador

César Villalona

Las encuestas de hogares del Ministerio de Economía muestran que la pobreza bajó en 10 punto porcentuales durante el primer gobierno del FMLN, doctor al pasar de 40% de los hogares en 2008 al 30% en 2013. Si se tomara 2009 como año de referencia, la pobreza igualmente habría disminuido, pues ese año estaba en 38%. No conocemos el dato de 2014.

En nuestro país, la pobreza se media a  partir de la posibilidad que tiene una familia de consumir la llamada “Canasta Básica Ampliada”, que se incluye una serie de bienes y servicios básicos. Esa canasta tiene un valor monetario mensual, el 50% del cual corresponde a los alimentos y el otro 50% al pago de la vivienda, los vestuarios y algunos servicios. El valor de la Canasta Ampliada es mayor en el área urbana que en la rural, porque incluye 11 grupos de alimentos contra 9 del campo.

La familia que con sus ingresos puede consumir la Canasta Básica Ampliada no es pobre y la que no la consume es pobre. Pero hay dos tipos de pobreza: la relativa, que es la de aquellos hogares que no pueden consumir toda la Canasta Ampliada pero al menos consumen los alimentos, y la absoluta, que afecta a las familias que ni siquiera puede consumir todos los alimentos, mucho menos el resto de la canasta.

En 2008, el valor mensual de la Canasta Ampliada era de 342 dólares en el área urbana y 256 dólares en el área rural. En 2013 bajó a 338 dólares en el área urbana y a 239 en el área rural. Esa reducción en el costo de la canasta y los programas sociales del gobierno del FMLN es lo que explica la disminución de la pobreza.

El deterioro o la mejoría de algunos indicadores sociales no necesariamente impacta en los niveles la pobreza. Por ejemplo, puede ocurrir que en un año aumente el analfabetismo y no suba la pobreza total, si la cantidad nueva de personas analfabetas pertenece a familias que ya eran pobres relativas y continúan en ese rango. También puede ocurrir que en el país aumenten la desnutrición y la pobreza extrema, pero que muchos de hogares pasen de pobreza relativa a no pobres y al final la pobreza total no suba. Y lo mismo puede suceder al revés, que se reduzcan el analfabetismo y la desnutrición y que la pobreza total no disminuya, sino que muchos hogares pasen de la pobreza absoluta a la relativa. Incluso, junto a los avances en materia de educación y desnutrición podría verificarse un aumento de hogares en pobreza total, si desmejoran otras variables.

Esa realidad, que aparenta ser incongruente, tiene que ver con el método utilizado desde hace décadas para medir la pobreza, donde se relacionan los ingreso de las familias con determinadas necesidades de consumo. Ese método es deficiente, pero es el mismo que utilizaron los gobiernos de ARENA para medir la pobreza. Basándose en él, FUSADES hizo mucho ruido en un informe que divulgó en 2013, donde decía que la pobreza había subido de 32% en 2006 a 40% en 2011. FUSADES se basó entonces en datos de la encuesta de hogares. Solo que hizo una manipulación, como casi siempre, pues mientras vendía la idea de que la pobreza crecía durante el gobierno presidido por Mauricio Funes, utilizó un período que no correspondía al de ese gobierno, pues Funes no encontró la pobreza de 2006, sino la de 2008, que estaba en 40%. Además, FUSADES no dio el último dato, que era de 2012, cuando la pobreza afectaba al 35% de los hogares. Lo que pretendía el informe era hacer propaganda negativa contra el gobierno.

Es necesario que el método de medición de la pobreza se modifique, pues el actual tiene un rubro de bienes muy limitado y le asigna poco valor monetario al pago de vivienda y de algunos servicios. Además, la actual Canasta Ampliada no incluye aspectos necesarios para una vida digna, como el clima de seguridad y el acceso al arte, el deporte, la recreación, entre otros.

Si se incluyeran esos y otros aspectos en el cálculo de la pobreza, las necesidades de ingresos de las familias serían mayores y el gobierno tendría que garantizar un buen entorno de seguridad y el acceso a muchos bienes culturales para que la pobreza disminuya. Con un cálculo más amplio el índice de pobreza sería mayor. Si hoy se estima en 30% de los hogares, por ejemplo, a lo mejor subiría a 40%. Pero lo mismo habría que hacer con el año 2008, cuando la encuesta reveló un 40% y habría que ajustarlo a 50%. Al final siempre se verificará una reducción entre 2008 y 2013, aunque los porcentajes fueran mayores en ambos años.

El PNUD propuso un nuevo método de medición de la pobreza, a partir de 5 umbrales y 20 indicadores, entre ellos los alimentos, cuya canasta se amplía a más bienes. Los umbrales son: condiciones de la niñez y la adolescencia; condiciones de la vivienda; acceso al trabajo; salud y seguridad alimentaria y condiciones del entorno. Esa nueva forma de cálculo permitirá contar con mejor medición de la pobreza.

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