Diario Co Latino 134 años comprometido con usted
Artículos relacionados
Gloria Silvia Orellana
@GloriaCoLatino
“Una Ley de Seguridad y Soberanía Alimentaria que retome en su desarrollo la protección a las semillas nativas, la distribución de la tenencia de la tierra con acceso de las mujeres a esos bienes y el fomento intensivo de la agroecología es necesaria”, expresó Mauricio Sermeño, presidente de la Unidad Ecológica Salvadoreña.
En el marco de la conmemoración del “Día Mundial de la Tierra”, en un contexto de una crisis sanitaria por el COVID-19, la UNES señaló “graves falencias” en la sociedad salvadoreña que elevan las problemáticas que históricamente han sufrido amplias mayorías vulnerables, a las que está vinculado el medioambiente.
Las cifras oficiales sobre el COVID-19 a nivel mundial reportan al menos 2 millones 585 mil 488 personas contagiadas, de las cuales 178,845 han fallecido. En El Salvador, se han confirmado 237 casos (hasta el cierre de esta nota), con 7 fallecidos y 4,034 personas en cuarentena distribuidas en 82 centros de contención, que se constituye en un reto para la gestión estatal de los tres poderes del Estado.
“Esta crisis está teniendo otros impactos en las comunidades a nivel nacional, entre estas el hambre, por la pérdida de seguridad alimentaria por no poder ni siquiera ir a trabajar; debido a la cuarentena los líderes y lideresas que históricamente han dado vigilancia y protección de bienes ambientales y ecosistemas, no han podido hacerlo; por lo cual, quienes se dedican a degradar el medioambiente como la industria y la agroindustria no están en cuarentena y continúan deforestando ilegalmente, toman el agua para sus riegos y vierten agrotóxicos en el suelo, afectando a las comunidades”, agregó.
Ante esta situación, Carolina Amaya, coordinadora de la UNES consideró que se debe potenciar la agroecología y en específico a la “agricultura familiar”, para que se pueda desarrollar el concepto de “soberanía alimentaria”, así garantizar alimentos de calidad no manipulados genéticamente y apoyar sus necesidades básicas. Además, prohibir los agrotóxicos más dañinos, que generan enfermedades renales y de la piel de pobladores, así como, la degradación de los ecosistemas.
“Se debe exigir a los diferentes ministerios dar cumplimiento y monitoreo a las leyes forestales, riego y avenamiento y legislación para proteger los ecosistemas y la salud en El Salvador; también se deben desarrollar políticas públicas que apoyen la agricultura agroecológica familiar campesina, dando énfasis a las mujeres rurales en el desarrollo de la mismas.
Como UNES nuestra visión y misión -a pesar de la emergencia por COVID-19- es que seguiremos trabajando en la defensa, conservación y la sustentabilidad ambiental, el desarrollo de la agroecología y la protección ecológica de nuestra Madre Tierra”, puntualizó.
