Alexander Pineda
@DiarioCoLatino
El Centro de Capacitación para la Democracia (CECADE) y el Movimiento de Organizaciones No Gubernamentales para el Desarrollo Solidario de El Salvador (MODES), presentaron un informe referente a las condiciones en las que las organizaciones de la sociedad civil trabajan en el marco del Día de los Derechos Humanos.
Las organizaciones aglutinadas en MODES consideran pertinente una reforma de la ley de asociaciones y fundaciones sin fines de lucro, puesto que en la actualidad, las organizaciones de la sociedad civil poseen el mismo estatus que iglesias u organizaciones deportivas.
Rubén Quintanilla, miembro de la Fundación Salvadoreña para la Promoción Social y Desarrollo Económico (FUNSALPRODESE), denunció un “cierre de espacios” de la participación de la sociedad civil en la vida política.
Quintanilla dijo que al cerrar instancias como la Secretaría de Transparencia y Anticorrupción, con ello también ha desaparecido un espacio en el que las organizaciones de la sociedad civil trabajaban.
“En algunas áreas del gobierno se les cierra las puertas a las organizaciones de la sociedad civil en la implementación de proyectos, la sociedad civil está siendo afectada a partir de este cambio de gobierno”, opinó.
El informe presentado ayer destaca que las organizaciones de la sociedad civil juegan un papel importante en el país pues estas “llegan a lugares donde el gobierno muchas veces no llega”. La situación de la participación de la sociedad civil organizada en el escenario de país actual fue considerada “delicada” al no ver la iniciativa del gobierno de retomar los espacios de diálogo con sectores organizados ni de generar nuevos.
El director ejecutivo del Centro de Capacitación para la Democracia (CECADE), Gustavo Amaya, enfatizó en la falta de voluntad política para dar vida a una nueva legislación sobre organizaciones de la sociedad civil.
“Las organizaciones civiles tenemos una ley en la que podemos estar a la par de una secta u orden religiosa, que tenemos dos fines diferentes; podemos ser una organización que promueve el desarrollo y los espacios de diálogo social y político para atender los problemas del país, pero resulta que tenemos la misma calidad que un equipo de fútbol”, expresó.
Amaya detalló que gobierno tras gobierno, organizaciones civiles han propuesto ayudar a ejecutar fondos destinados al desarrollo de áreas a la que la institucionalidad difícilmente llega, sin embargo, la respuesta tiende cada vez más a dejar de lado la voluntad de las organizaciones.
El informe puntualiza una serie de sugerencias entre las que destacan la reactivación del diálogo gobierno – sociedad civil organizada; la creación de un fondo nacional para organizaciones que apoyan la ejecución de políticas públicas; y la categorización de las asociaciones y fundaciones en razón de su naturaleza.