Rebeca Henríquez
@RebeHenriquez
“Múchi tejémet tiwélit timumachtíat náwat. Wan titakwíka tutakétzális ikman”, que en español se traduce “todos podemos aprender Náhuat y cantar nuestro idioma ancestral”, son las rimas de Elías Córdova, con el seudónimo de “Nawília”, un joven santaneco sociólogo por profesión, con maestría en estudios culturales y profesor de la lengua, que aborda diferentes rutas para promover, a través del rap originario, el náhuat, los pueblos, la historia y la invisibilización que sufre en la actualidad.
¿Cómo Surgió Nawilía y qué significa esta palabra de la lengua?
Viene de dos palabras compuestas: náhuat e ilía, es el verbo decir o hablar en náhuat, me quedé con ese nombre, Nawilía. Empecé en 2022 con este proyecto, en el marco del 90 aniversario de la masacre de 1932, en la zona occidental, y parte también del centro de El Salvador, donde fueron asesinados aproximadamente 30.000 indígenas y campesinos.
Entonces en sí el proyecto consiste en dar a conocer el idioma náhuat, pero no solo el idioma, también parte de la conjugación, de la forma de ver el mundo, de los pueblos originarios del náhuat, específicamente, y también aspectos de la historia que hemos pasado como sociedad salvadoreña. El dar a conocer por medio de rimas el tema de la invisibilización del náhuat.
¿Por qué el interés por el náhuat?
En mi caso personal, mi abuela materna viene de Amatitlán, de Guatemala, y mi abuela paterna de Izalco, Sonsonate. Creo que de ahí tengo esa influencia.
Desde niño me interesaron muchas palabras que ellas me decían y yo no sabía el significado. Por ejemplo, mi abuela Mirna, de Amatitlán, me decía siempre, anda haceme un “capulín”. Con mi otra abuela también aprendí muchas palabras que hoy ya grande me di cuenta que son nahuatlismos, y creo que aquí en El Salvador muchos tenemos esa herencia.
Luego entré a la Universidad de El Salvador, estudié sociología, y en el tema de pueblos originarios o indígenas, había un vacío, entonces, gracias como a otras compañeras también, en el 2014, me di cuenta de un curso que empezó en Santa Ana, en la Casa de la Cultura, un curso de náhuat impartido por Alex Tepas Lapa, que su familia es originaria también, parecida a mi caso, porque su abuela migró de Izalco al volcán de Santa Ana, al cantón Ochupse, y él nos contó esa información, entonces nos dio a conocer palabritas, pero a mí me daba como un poco de pena, en un principio.
Rap como propósito
Yo trato de compartir ese orgullo por nuestras raíces originarias, en este caso del náhuat, sé que hay otros pueblos indígenas también en el país: Lenca, Cacahuira, específicamente en el zona oriental del país, que también hace falta hacer trabajo ahí, porque lastimosamente no hay una revitalización de estos idiomas. He tenido la oportunidad de ir a Santo Domingo de Guzmán o Witzapan en Sonsonate, donde actualmente existe una población un poco significativa de hablantes nativos de náhuat, y he aprendido de ellos directamente.
Estudios
Estudié sociología en la Universidad de El Salvador (UES) y también, gracias al tema del náhuat me gradué con CUM honorífico, pude después obtener una beca en el Colegio de la Frontera Norte, en Tijuana, México, donde estudié una maestría en estudios culturales. En el 2018 empecé los estudios y terminé en 2020.
Soy parte de la Iniciativa Portadores de Náhuat (IPN El Salvador), donde avancé en varios niveles, porque en la IPN, tenemos clases de nivel básico, que se le llama A1, después pasamos al nivel A2,
después al nivel B1, al nivel B2, que ya es un nivel intermedio. Entonces poco a poco se va avanzando.
¿Cuál es el estado actual de los pueblos originarios del país?
La verdad es que en El Salvador hay un retroceso en el tema de derechos de pueblos indígenas, hay un reconocimiento en las mismas comunidades que hay un retroceso, por ejemplo, la Ley de Protección al Patrimonio Cultural ha quedado tirada. Hace unos cinco años o más, se le daba una pensión a los adultos mayores, pero se les quitó, pese a que era una ayuda para los adultos mayores, especialmente para el sector indigena.
En el 2007 salieron que hay 197 nahuablantes solo en El Salvador, creo de ahí que hay un problema porque en ese tiempo había más hablantes, quizás muchas personas les dio pena decir que eran hablantes de náhuatl, igual por las mismas consecuencias de la masacre del 32, actualmente, según datos, en Santo Domingo de Guzmán hay menos de 50 hablantes, entonces por eso la UNESCO ha declarado el náhuat como en peligro de extinción.
¿De dónde viene la idea para dar a conocer el náhuat a través del rap?
En mi niñez y juventud, el rap me gustaba bastante, tenía amigos también que les gustaba, allá donde yo vivo, en la colonia El Palmar, en Santa Ana, pero yo empecé como en este mundo de improvisar, de decir cosas así en español, y luego inicié a estudiar náhuat en el 2014, y en ese momento yo nunca me imaginé, “en un futuro voy a hacer yo rap en náhuatl”, pero en el 2017 yo tuve la oportunidad de estudiar en un curso.
Estuve en un curso de música activismo, en ese tiempo hicimos tres canciones, ya estaba dando clases en ese tiempo, empezaba a dar clases, entonces me motivaron, me dijeron, “ey vos deberías de hacer rap en náhuat en un futuro, porque es algo que nadie ha hecho”, entonces me quedé con esa semillita, no fue que de la noche a la mañana yo decidí.
Rap originario
Estoy apostándole al rap originario, porque hay una corriente en América, y creo que también en Europa está creciendo, lo de apostarle al rap en idiomas ancestrales. Mi proyecto, inicialmente, consiste en cuatro discos, Tupal, que significa lo nuestro, y de los cuatro elementos principales: agua, fuego, tierra, viento, he ido sacando un disco por año, el año pasado saqué el Tupal Tip, Lo Nuestro Fuego, este año, hace poco, en el Día de la Mujer Indígena, el 5 de septiembre, saqué el disco Tupal Tal, Lo Nuestro Tierra, el otro año, espero sacar otro, con miras, también a no quedarme solo con Tupal, sino con el rap, o sino también sacar otro género. La música de Nawilia está disponible en diferentes plataformas de internet.