@davidmar2105
Entre oraciones, recuerdos y peticiones de cese a la violencia se llevó a cabo el funeral de Samuel Rodríguez “chorrito”, como era conocido en el gremio periodístico, camarógrafo del Grupo Megavisión.
Rivas fue asesinado el pasado jueves en la colonia Altavista, del municipio de Ilopango, en las afueras de una iglesia, mientras se disponía a ejecutar trabajos de remodelación, y dos sujetos llegaron a dispararle a quema ropa causándole la muerte casi de inmediato.
Esto hizo que trabajadores de diferentes medios de comunicación se unieran a despedir al comunicador, y pidieran un cese a un problema que inició en los 90 y que ahora se ha recrudecido por diferentes factores.
Luego de dos días de recuerdos y oraciones, el día más difícil llegó, el de la despedida. El pastor de la iglesia donde Rivas se congregaba llamó a los presentes a seguir la lucha por la vida, recordó al camarógrafo como alguien servicial, y con sueños por cumplir.
Después de ello se venía el momento de partir, aquí periodistas, camarógrafos y fotoperiodistas de diferentes medios cargaron en hombros el ataúd donde reposan los restos de Chorrito y lo llevaron hasta la carroza fúnebre, y de allí partió al cementerio.
En el cementerio ya se encontraban más personas que llegaron a acompañar a la familia y darle el último adiós. Allí, los comunicadores decidieron sacar el ataúd en hombros y llevarlo hasta el lugar donde sería sepultado.
“Un momento. Hagamos un pasillo camarógrafos y fotoperiodistas, hagámoslo en honor a nuestro caído”, expresó un camarógrafo de un medio de comunicación, y así lo hicieron. Chorrito pasó en medio de los que fuesen sus compañeros de cobertura.
Ya en el lugar inició el ritual de despedida, donde el primero en hablar fue un pastor evangélico, quien remarcó que los presentes deben recordar a Rivas como el hombre luchador, servicial y temeroso de Dios.
Luego siguió el jefe de prensa de Grupo Megavisión Roberto Hugo Presa, quien dijo que se destacó ese espíritu de servicio y excelente trabajador, palabras que fueron secundadas por uno de sus compañeros, Cristóbal Ayala, quien fuera pareja de trabajo de Chorrito.
“En la calle no es la empresa, somos todos, somos amigos, si alguien se queda, lo vamos a halar, si hace falta algo vamos y le ayudamos y ese es Samuel, el estuvo siempre con nosotros, su sueño fue ser reportero, hoy le honramos y le recordaremos”, indico Ayala.
En medio de esas palabras y con una foto en la que se vio la unidad del gremio periodístico ante esta adversidad los comunicadores despidieron a Chorrito, quien deja como legado de laboriosidad y sencillez. Descanse en paz, Samuel Jonathan Rivas.