Río de Janeiro/dpa
Sólo un 14 por ciento de los brasileños aprueba al nuevo Gobierno del conservador MichelTemer, mientras un 39 por ciento lo desaprueba, según una encuesta de la empresa Ibope publicada hoy.
El sondeo, encargado por la Confederación Nacional de la Industria de Brasil, también señala que un 34 por ciento de los encuestados valoran como regular el trabajo del Gobierno, mientras que un 12 por ciento no respondió o no dio un veredicto al respecto.
Con ello, la popularidad de la Administración Temer se mantiene casi al mismo nivel que en junio. El mandatario tenía entonces un 13 por ciento de aprobación, pocas semanas después de que el ex vicepresidente asumiera el Gobierno, inicialmente de forma interina, por la suspensión temporal de su predecesora Dilma Rousseff.
Temer, del centroderechista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), asumió formalmente la presidencia el 31 de agosto, después de que la destitución de Rousseff pusiera fin a más de 13 años de Gobierno del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT).
Buena parte de la población, sin embargo, cuestiona la legitimidad de Temer y del controvertido juicio de «impeachment» que sacó a Rousseff del poder. Los movimientos sociales protestan desde hace meses con la consigna «Fora Temer» («Fuera Temer») por todo el país.
La crisis institucional por la destitución de Rousseff y varios escándalos de corrupción han dañado en general la imagen de la clase política en la principal economía de América Latina.
La tasa de participación en las elecciones municipales del pasado domingo cayó en relación con los comicios previos, con un 17,6 por ciento de abstención electoral.
El propio Temer admitió que la baja participación era un «recado para la clase política brasileña» durante una visita oficial en Argentina. El PMDB perdió en las elecciones la importante alcaldía de Río de Janeiro.
El mayor perdedor, sin embargo, fue el PT de Rousseff y del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que sufrió una debacle al perder el 60 por ciento de las alcaldías que había obtenido en las elecciones de 2012.
El PT, considerado como el partido más grande y emblemático de la izquierda latinomericana, está actualmente en el centro de las investigaciones de corrupción en torno a la petrolera estatal Petrobras, con Lula como uno de los principales acusados.