Rosario Rivas
@DiarioCoLatino
La fiesta del rey Sol o gran abuelo Tunal anuncia la renovación de todas las energías, de la vida y las flores, así lo sienten cada año las comunidades indígenas que ceremoniosamente veneran el solticio de invierno.
“Hoy, los pueblos indígenas estamos celebrando lo que el sistema europeo festeja el fin de año, donde la abuela Tierra hace su visita al abuelo Sol, un acercamiento que es diferente al equinoccio de verano”, agregó Alonso García, tata mayor de la Mesa de Altares Mayores de Izalco, “Esta es la fiesta al Sol y este día el fuego nos llama para congregarnos a su alrededor, para agradecer al padre Sol (Tunal), que también significa energía vital. Cada uno de nosotros tiene un Tunal desde la concepción de nuestros pueblos originarios”, agregó Alberto Cruz, director general de Multiculturalidad del Ministerio de Cultura.
El pasado 18 de diciembre la comunidad indígena Mesa de Altares Mayores de Izalco (Padre Eterno y María Asunción), Sonsonate, desarrolló la ceremonia ancestral por el solsticio de invierno. La ceremonia ancestral se llevó a cabo en el Parque Ecológico de Izalco, en compañía de autoridades locales y representantes de las comunidades indígenas de Nahuizalco y Sonsonate.
Cruz señaló que “hemos venido a acompañar y a celebrar con la comunidad indígena en fecha importante, el solsticio, el cual marca un cambio de temporada y de energías”.
Y agregó que “cada uno de nosotros lleva un pequeño sol adentro, que es lo que nos mueve y nos hace vivir”.
El tata Alonso reflexionó en que se debe “también agradecer al Creador y al padre Sol por mantenernos con vida en este contexto de la pandemia”.
“El solsticio de invierno es cuando el sol sale por un extremo y no sale por en medio del horizonte. Solsticio quiere decir que el sol está quieto, ese es el momento de gratitud”, comentó Gustavo Pineda, sacerdote maya y técnico de la Dirección General de Multiculturalidad.
Y añadió que “para las culturas mesoamericanas, el Sol es un elemento central. De ahí el fuego sagrado, que significa la vida y la energía del universo”.
Y la muerte es en cierto momento un estadío de desintegración y de plena quietud.
Sin embargo, para que la vida comience de nuevo es necesario un rito propiciatorio y ese es el rito del Fuego Sagrado, dijo Pineda.