Bogotá / Prensa Latina
El dirigente de la FARC Jesús Santrich señaló ante los sectores detractores del Acuerdo de Paz que hoy lo vituperan que no es un mafioso, sino un revolucionario, un perseguido político por sus ideas.
Seuxis Pausias Hernández Solarte (Jesús Santrich) hizo uso del derecho de réplica en la Cámara de Representantes, donde exponentes del gobernante partido Centro Democrático e incluso legisladores de la Alianza Verde se retiraron del recinto legislativo el primer día que el excomandante guerrillero hizo presencia como congresista.
«Exijo respeto a la seguridad jurídica consagrada en el Acuerdo de Paz y exhorto a cerrar filas por el Estado Social de Derecho y por la división de poderes en Colombia», afirmó el exnegociador de la paz por las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo.
«Reclamo la defensa del debido proceso y la presunción de inocencia, consagradas como derechos fundamentales en la Constitución de mi país», añadió el representante a la Cámara por el departamento del Atlántico e integrante de la bancada del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC).
Sobre su arresto el 9 de abril de 2018 dijo que «fue la consumación de un auténtico falso positivo judicial, para mancillar su moral y trayectoria revolucionaria y dañar el proceso de paz».
Santrich subrayó que «los autores intelectuales y materiales deben decirle la verdad al país y responder ante la instituciones pertinentes por el montaje en su contra y por la mentira propalada sobre su presunta participación en cargos de narcotráfico, de lo que nunca se ha podido presentar prueba alguna».
En tal sentido reiteró su disposición a acudir a la Corte Suprema de Justicia y a la Jurisdicción Especial para la Paz para continuar con su defensa, como le corresponde en Derecho.
«Solicito no ser condenado por quien no corresponde. No me amedrentan las calumnias de los enemigos de la paz», remarcó tras acotar que muchos de los parlamentarios que le critican son herederos directos de condenados por la narcoparapolítica.
«Basta de falacias y doble moral. El problema real de Colombia no es Santrich como se quiere hacer ver; el problema cardinal es la pobreza que no se resuelve con mi persecución», aseveró.
Finalmente enfatizó que está en el Congreso para dar el debate político que ayude a consolidar la paz, la reconciliación y el amor para que Colombia tome mejor rumbo.