Alma Vilches
@AlmaCoLatino
El precandidato a la presidencia por el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) Gerson Martínez inició su lucha social en el movimiento de estudiantes de secundaria en el departamento de La Paz, en 1970. Luego se incorporó a la lucha armada en las Fuerzas Populares de Liberación (FPL), en las que también formó parte de la Comisión Nacional de Propaganda (CONAPROP), y bajo su responsabilidad se editaban las publicaciones de las FPL, como el órgano informativo denominado “El Rebelde”.
Martínez conversó en exclusiva con Diario Co Latino, donde explicó su trayectoria política e ideal de lucha social, que lo llevó a convertirse en uno de los servidores públicos que ha trabajado con mayor transparencia y en beneficio de las grandes mayorías en los dos gobiernos del FMLN.
– ¿Quién es Gerson Martínez?
Alguien de compromiso, con una conducta de hechos, soy mis obras, lo que hago, soy mi trabajo con la gente, con mis compañeros, soy un compromiso irrompible con mi pueblo de toda la vida, desde siempre. Soy un luchador social que ha entregado su vida por las transformaciones, dirigida a defender los derechos y las libertades de la ciudadanía, para elevar la calidad de vida de la población.
Sueño y he luchado por un país fuerte, próspero, libre de pobreza, seguro y en paz, una paz social que se construye con el disfrute de libertades, pero también de derechos sociales, económicos y políticos, lucho por una democracia integral, que atienda las necesidades y exigencias humanas.
Hago política desde la ética social, tengo la convicción que la política en el más noble y original sentido arranca de una ética del compromiso, de una ética social que vive por la gente.
La política para mí es compromiso, servicio y lucha por las justas causas, soy pensamiento propio y acción colectiva.
– Usted, a los 14 años se unió a la lucha social, cuéntenos, ¿cuáles han sido esas luchas y cuáles fueron los resultados?
Gerson Martínez nunca ha sido un rin ni una tuerca suelta, siempre he sido parte de las luchas del pueblo, he sido constructor de los equipos de lucha, hemos construido victorias, mi primer gran utopía era derrotar a la dictadura militar.
Hoy luchamos por la segunda y más profunda utopía, que es la transformación social y avanzar hacia una sociedad justa, solidaria, equitativa y próspera, pero de una prosperidad socialmente compartida, segura, pero que implique también la seguridad humana y en paz, pero esa se construye con justicia social. Se ha hecho mucho, pero hay muchísimo más que hacer, aún queda por transformar en lo social, económico y político.
– A su criterio, ¿qué se necesita para derrotar a ARENA en las próximas elecciones?
Esto es como una mesa de cinco patas, hay cinco factores claves. El primero es la unidad del partido con el pueblo, la más profunda unidad del FMLN con su pueblo, con las juventudes, con los trabajadores, con las comunidades, con los movimientos sociales, con la intelectualidad progresista. La segunda condición de victoria es la unidad y la democracia interna dentro del FMLN.
El tercer factor de victoria es marcar la diferencia, el FMLN y una fuerza que sea realmente de izquierda debe marcar la diferencia, hemos nacido para romper y pulverizar la política, la política viciada y abrirle paso a una nueva política leal al pueblo, a la gente, a la verdad y a la justicia.
El cuarto factor de la próxima victoria es la convocatoria a la más grande alianza, amplia y diversificada alianza social y política con los sectores pequeños, medianos, empresariales, del sector agropecuario, con las juventudes, con las mujeres, con la intelectualidad progresista. El quinto factor tiene que ver con el pensamiento, un partido de izquierda debe ser pensamiento crítico, que rompe telarañas, pensamiento que escucha y rectifica, que entiende y atiende a su pueblo.
Las características de un verdadero partido de izquierda es ser un partido que escuche, entienda y atienda las exigencias y críticas de su pueblo. Al final lo decisivo es la movilización de la ciudadanía, porque el factor decisivo en la fuerza transformadora de fondo es la gente, el pueblo, la ciudadanía actuante y crítica, que tome los espacios que le pertenecen y haga de la verdad el principio que la soberanía reside en el pueblo, no reside ni en el mercado ni en los grandes capitales.
Para obtener una victoria que garantice verdaderas conquistas populares se requiere desencadenar, potenciar y movilizar una ciudadanía autodeterminada actuante y crítica, es decir, la ciudadanía transformadora.
– ¿Por qué cree que la militancia del FMLN debería votar por Gerson Martínez en las elecciones internas?
Porque desde siempre he estado con la gente, con el pueblo, siempre he sido y soy un hombre firme, mi compromiso es probado, mi compromiso no es un capricho electoral, es un compromiso de toda la vida, asumido desde los 14 años y he convertido mi compromiso, servicio y lucha en mi vocación de vida, es mi modelo de vida.
Soy un militante más, un ciudadano más que cohesiona desde la ética y la lucha, es desde ahí que en el FMLN lucho por el cambio dentro del partido, pero cambios que estén en función del pueblo, de fortalecer la lucha popular, de fortalecer al partido y a todas las fuerzas de izquierda.
Soy un militante que trabajó con los movimientos sociales de toda la vida, que contribuyó a la movilización de estos.
Soy de pensamiento propio, pero de conducta colectiva, represento un pensamiento social vinculado al pueblo, no estoy solo donde están mis zapatos, estoy donde están mis sueños, por eso lucho, porque he contribuido a transformar al país junto a mi pueblo. Hemos logrado muchas transformaciones, habrá mucho que hacer, pero también he contribuido a transformar el Estado.
Como líder parlamentario vencí la partida secreta de la presidencia de la Asamblea Legislativa, como parlamentario vencí la franquicia corrupta que era un privilegio de la que gozaban los diputados, vencí a la narcoderecha al presentar la primera Ley contra el Lavado de Dinero, vencí la corrupción en la Asamblea Legislativa que se oponía a una ley de transparencia y rendición de cuentas, presenté con mis compañeros la primera ley de transparencia que reivindica el derecho de rendición de cuentas a nuestro pueblo.
Mi última tarea fue vencer y derrotar la cleptocracia, a la corrupción en el Ministerio de Obras Públicas, que había sido el ministerio más corrupto y desprestigiado de la historia y escribimos ahí unas páginas inéditas en América Latina, hemos sido el primer ministerio de la construcción con 8 años y medio con cero actos de corrupción, cero denuncias de corrupción, cero juicios y cero deudas.
Multiplicamos la obra comunitaria a pesar que ARENA bloqueaba los financiamientos y hasta las donaciones, eliminamos más de 800 cárcavas para proteger viviendas, vidas, bienes de la población, entregamos 128 puentes.
Una razón por la que tengo apoyo de la base, de la militancia del partido, es porque hay una creciente certidumbre que dirigiremos juntos en el partido y junto a los movimientos sociales la tercera gran victoria popular y democrática sobre ARENA, que no vamos a permitir el retorno de la economía de privilegios, de roscas, de argollas y que vamos a avanzar hacia la edificación y la construcción de una economía social para la gente, y para elevar la calidad de vida de la población.
El apoyo que me dan mis compañeros y compañeras es porque con el esfuerzo colectivo hago que las cosas ocurren y se hagan, la clave es honrar la palabra con la conducta, con los hechos y obras.
– ¿Cuál es su visión del modelo económico y social para resolver los principales problemas del país?
Hay que transformar, esto es un tema de modelo, pero también es un tema de sistema económico. Hay que terminar de romper las cadenas del neoliberalismo, del mercantilismo, de la economía de privilegios, de los conflictos de interés para avanzar a una economía incluyente, equitativa, solidaria, pujante, de una economía y una sociedad que eleve las riquezas del país y de las empresas, pero sobre todo que se deba a la riqueza de las medianas, pequeñas, microemprendedores, de los pequeños parceleros, del sector agropecuario, de la familia trabajadora.
Se trata de transformar el país para convertirlo en la casa de todos, para que el pueblo no siga exiliado dentro del territorio, exiliado del progreso, mi lucha es por una economía que permita que la familia salvadoreña pueda realizar el sueño salvadoreño en suelo salvadoreño, y hacer de El Salvador la casa de todos.
– ¿Cuál es el perfil o modelo que debe tener un funcionario público?
Nunca he querido convertirme en funcionario público, soy luchador social, fui al Estado, a la Asamblea Legislativa, a la alcaldía de San Salvador o al Ministerio de Obras Públicas a cumplir una tarea que me otorgó mi pueblo, pero son los legisladores y los abogados los que dividieron el Estado entre empleados y funcionarios públicos, esa es una formalidad juridicista.
Empleados o funcionarios públicos todos debemos ser servidores públicos, por eso nunca quise ser funcionario, porque en el pasado a muchos funcionarios se les subía el “funcionariado” a la cabeza y siempre dije que había que bajarles eso, y hacerles entender que somos servidores públicos, que quien manda es la ciudadanía y que nosotros somos los mandatados.
El servidor público es el que le hace los mandados al soberano, a la ciudadanía, a su pueblo y que cumpla su servicio con lealtad, a fin de cuentas, la democracia no es como quisieron hacer creer la dictadura, que cuando masacraron al pueblo, ellos decían que democracia era donde había un pueblo obediente al Estado, pero eso era la dictadura.
La verdadera democracia es donde haya un Estado leal a su pueblo y un gobierno obediente a su pueblo, esa es la transformación que debe seguir profundizando y también donde haya una economía al servicio del ser humano y no la gente al servicio de intereses económicos privilegiados.
– Usted ha dicho que de ganar la presidencia el país tendría un presidente leal y de palabra, ¿por qué?
El pueblo va a escribir una nueva gran victoria y la palabra es muy importante, la palabra no solo es lo que sale de la boca, no solo es la retórica, se llama coherencia y es la coincidencia entre el pensamiento y palabra con la conducta, al final de cuentas lo que define a un ciudadano, a un revolucionario no es lo que dice, sino lo que hace.
A Gerson Martínez lo que le define es su vida, mi conducta, mis hechos, mis obras y mi compromiso por siempre con mi pueblo, eso se llama coherencia, donde la palabra tenga el respaldo de los hechos y la conducta.
– Siendo un servidor público, ¿qué caracterizó a Gerson Martínez?
El compromiso y la transparencia. Gerson Martínez no es de dos caras, es auténtico, acepta sus errores, tiene un compromiso con la veracidad, ya que de esa manera también le sirvo al pueblo.
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