Nueva York/AFP
Un exquisito crucifijo de oro con esmeraldas colombianas incrustadas y monedas y lingotes de oro y plata forman parte de un fabuloso tesoro de un galeón español naufragado en el siglo XVII que saldrá a subasta el mes próximo en Nueva York, indicó la casa de remates Guernsey’s.
El cazador de tesoros estadounidense Mel Fisher halló en 1985 más de 40 toneladas de oro y plata en los restos del barco de la corona española «Nuestra Señora de Atocha», hundido en 1622 frente a los cayos de Florida (sur de Estados Unidos) en medio de un huracán cuando regresaba a Europa desde el continente americano.
El tesoro incluye más de 100.000 monedas de plata y de oro, unos 1.000 lingotes de plata, esmeraldas colombianas, así como objetos fabricados con esos metales preciosos, según Guernsey’s.
La subasta de 40 objetos del barco tendrá lugar el 5 de agosto en las galerías de la casa de remates en Nueva York.
Guernsey’s ofrecerá además otros objetos descubiertos por Mel Fisher y su equipo, como unas 100 monedas de plata del «Atocha» y su embarcación hermana «Santa Margarita».
Consultada por la AFP, la casa de remates ha estimado el total de la venta entre «1,5 y 2 millones de dólares».
«Nuestra Señora de Atocha» formó parte de una flota de 28 navíos españoles que zarpó de La Habana el 4 de septiembre de 1622 y fue azotada por un huracán al día siguiente, con un saldo de ocho embarcaciones hundidas, según el sitio del Museo Marítimo Mel Fisher.
De sus 265 hombres a bordo, solo cinco sobrevivieron. Un mes más tarde otro huracán destruyó aún más los restos del galeón. Durante los siguientes 60 años, los españoles intentaron hallarlo, pero no encontraron ningún rastro y finalmente lo dieron por perdido.
En 1969, Mel Fisher y su equipo comenzaron una búsqueda que duró 16 años hasta dar con el cargamento del «Atocha», hallando objetos por un valor estimado en 450 millones de dólares.
Nacido en Indiana (centro de Estados Unidos), Mel Fisher (1922-1998) prestó servicios en las fuerzas armadas estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial antes de dedicarse de lleno a su gran pasión del buceo y la búsqueda de tesoros de barcos naufragados cerca de las costas de Florida.