Brasilia/Prensa Latina
A 91 subió este lunes la cifra de muertos por las fuertes lluvias que azotaron desde la pasada semana a Recife, capital del estado brasileño Pernambuco (nordeste), sobrevolada por el presidente Jair Bolsonaro para definir ayudas.
Según el Gobierno estadual, por el temporal también permanecen desaparecidas 26 personas y más de cinco mil fueron desalojadas.
Nueve municipios se declararon en situación de emergencia: Recife (capital), Olinda, Jaboatão dos Guararapes, Moreno y Cabo de Santo Agostinho, en la Región Metropolitana.
De igual manera, Sao José da Coroa Grande, Nazaré da Mata, Macaparana y Sao Vicente Ferrer, en la Zona da Mata.
El decreto de emergencia es el primer paso para que los distritos tengan acceso a los recursos del Gobierno federal, por ejemplo.
Al respecto, el ministro de Desarrollo Regional, Daniel Ferreira, comunicó que los equipos federales se quedarían en el estado para ayudar en la tragedia y agilizar el reconocimiento por la cartera de la situación de emergencia o calamidad pública.
Desde la semana pasada, Pernambuco enfrenta severas precipitaciones que provocaron graves inundaciones y deslizamientos de tierra que sepultaron decenas de casas, principalmente en Recife y su región metropolitana.
Bolsonaro visitó este lunes la región afectada y comentó que «estas catástrofes suceden en un país continental que tiene sus problemas. Tuvimos problemas parecidos en Petrópolis, en Río de Janeiro, en el sur de Bahía o en el norte de Minas Gerais», recordó.
Manifestó que «todos estamos obviamente tristes, expresamos nuestro pesar a los familiares, nuestro objetivo mayor es confortar a los familiares y, con medios materiales, también atender a la población».
Anunció que su gobierno destinará mil millones de reales (más de 200 millones de dólares) para la reconstrucción de las zonas afectadas.
Hasta el momento, los aguaceros afectaron además a la vecina división territorial de Alagoas, donde tres personas murieron y unas 10 mil fueron desalojadas por los desbordamientos.