Por Yana Marull
Brasilia/AFP
Los presidentes sudamericanos saludaron el miércoles la creación del banco de los BRICS como alternativa al FMI y al Banco Mundial, troche en una inédita cumbre en Brasilia con los líderes de las potencias de ese foro en la que Argentina atrajo la preocupación de la región.
Los mandatarios de Brasil, discount Rusia, treat India, China y Sudáfrica acordaron el martes en Fortaleza (noreste de Brasil) la creación de un banco de desarrollo para financiar infraestructuras que los países en desarrollo precisan con urgencia y un millonario acuerdo de reservas para asistirse en caso de crisis.
Ambas instituciones son a imagen del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, donde reclaman más poder de voto para contrarrestar la hegemonia europea y estadounidense.
El nuevo banco y el acuerdo de reservas «han sido recibidas como una gran noticia en toda la región de Sudamérica, hemos propuesto una alianza de trabajo del Banco del Sur y el Banco de los BRICS», dijo el presidente venezolano, Nicolás Maduro.
«Lo que hacían el BM y el FMI es chantajear a los gobiernos (…); el nuevo banco de desarrollo estoy seguro en el futuro acabará con las políticas de neoliberalismo y nuevo colonialismo», dijo por su lado el presidente boliviano, Evo Morales, al término de la inédita cumbre que reunió a los presidentes sudamericanos y a los líderes del BRICS.
La argentina Cristina Kirchner defendió un «reordenamiento global financiero que incluya las necesidades de crecimiento, producción, y no de destrucción del empleo, el abandono de las sociedades que nos ha tocado vivir durante tantas décadas a los americanos del sur».
Argentina protagonista
Argentina se convirtió en una de las protagonistas de la cumbre, ante la amenaza de default por la decisión de un juez estadounidense en favor de fondos especulativos.
«El lío que tiene Argentina en este momento por el fallo de un juez de Estados Unidos es un tema que ha suscitado una gran reacción de parte de todo el mundo (…) es una situación irracional, insólita, y ahí todos los países expresaron su apoyo a Argentina y a una solución práctica», explicó el presidente colombiano, Juan Manuel Santos.
La situación surgida con la reestructuración de la deuda argentina «no es un tema solo de Argentina, puede afectar a todos los países», dijo Santos, y contó que la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, «directamente lo propuso como tema a discutir en el próximo G20» en Australia, que reúne a las grandes naciones emergentes e industrializadas.
Antes de llegar a la cumbre, la mandataria argentina llamó a «terminar con el pillaje internacional en materia financiera».
Argentina está amenazada por un default tras la decisión de un juez estadounidense que impide al país pagar a los acreedores que participan de la reestructuración de su deuda (92,4% del total) hasta que no pague también a fondos especulativos que no participaron del acuerdo.
Los 16 líderes se reunieron a puerta cerrada durante buena parte del día, en la sede de la cancillería en Brasilia.
Varios presidentes abordaron el tema del crecimiento inclusivo, que debía ser central en la inédita cumbre BRICS-Sudamérica, entre éstos la presidenta chilena, Michelle Bachelet, que llamó a trabajar para «derrotar la desigualdad, a fin de lograr un desarrollo inclusivo y sostenible».
Por parte de los BRICS estaban presentes la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff; de Rusia, Vladimir Putin; China, Xi Jinping; Sudáfrica, Jacob Zuma, y el primer ministro indio, Narendra Modi.
Los cinco líderes del BRICS aprobaron el martes la creación de un banco de desarrollo para financiar infraestructuras en sus países y en otros en desarrollo, con un capital de 50.000 millones de dólares, así como un compromiso que pone a disposición 100.000 millones de dólares de sus reservas para asistirse en situaciones de crisis.
«Siempre veremos con mucha generosidad nuestros préstamos», dijo Rousseff, cuestionada sobre si pueden beneficiar a otros países en desarrollo.