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Un biofertilizante o abono que es rico en micronutrientes y que permite alimentar a la planta con los elementos necesarios para su crecimiento vigoroso, fue elaborado por familias productoras bajo la supervisión del Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal “Enrique Álvarez Córdova” (CENTA).
El objetivo de este esfuerzo es que para que una planta crezca, produzca más y sea menos atacada por insectos y enfermedades debe estar sana evitando la necesidad de utilizar agroquímicos.
Para elaborar el fertilizante se necesitan sales minerales como magnesio, zinc, hierro, manganeso, bórax, molibdato de socio y cloruro de calcio, las que se mezclan con materiales orgánicos como melaza, estiércol fresco de ganado, suero de leche, harinas de hueso y de roca.
La jornada demostrativa se realizó en Sonsonate y se elaboró un biofertilizante líquido enriquecido con sales minerales, conocido como Supermagro.
Por lo menos fueron 25 productores capacitados en el cantón Las Hojas, municipio San Antonio del Monte, departamento de Sonsonate.
Agustín de los Reyes Salama, es uno de los productores que ya comprobó las bondades del fertilizante y que junto a 19 productores más han elaborado 200 litros del biofertilizante para aplicarlo al cultivo de maíz que pronto sembrarán.
Démar Ulises García de la agencia del CENTA en Sonsonate, aclaró que además de ser un abono rico en minerales, tiene la ventaja que es fácil de elaborar, pues “muchos de los ingredientes se encuentran en las comunidades”.
Para elaborar el Supermagro se necesita un barril plástico con tapadera hermética donde se mezclan todos los materiales y la indicación de disolver las sales minerales una por una, las que luego son mezcladas con todos los demás materiales.
Para Reyes quien ya posee experiencia en la elaboración y uso del biofertilizante, ha sido una gran experiencia conocer las bondades de este producto.
Es un producto que está rindiendo el 100 por ciento, dijo y explicó que lo probó en frijol el año pasado al sembrar 2 tareas de frijol, en una utilizó abonos comerciales y solo le produjo 1.5 quintal, en cambio, con este fertilizante obtuvo 3 quintales en la otra tarea.
“Hoy los estoy animando a que produzcamos este abono para que se den cuenta lo que yo aprendí a través del técnico extensionista”,añadió.
García asegura que en el municipio la mayoría se dedica a la siembra de maíz, frijol y maicillo, y esta es una opción tecnológica amigable con el medio ambiente y de bajo costo.
Por ser una tecnología nutritiva es necesario el uso de otros fertilizantes granulados. Recomienda que se puede utilizar en maíz, tres aplicaciones durante el ciclo, a partir de los 8 días después de siembra, 26 días la segunda aplicación y la tercera a los 40 días.
Además de mejorar la sanidad y nutrición de las plantas, el uso de este biofertilizante también permite mejorar la fertilidad del suelo.
