Por Brigitte Hagemann
Lisboa/AFP
Los dirigentes de siete países del sur de la Unión Europea (UE), incluidos Francia y Grecia, intentarán el sábado en Lisboa esbozar una plataforma común para relanzar el proyecto europeo, dañado por el sismo del Brexit y la llegada al poder de Donald Trump.
Como en su anterior cumbre de septiembre en Atenas, estos países mediterráneos deberían buscar la forma de liberar las trabas presupuestarias europeas y favorecer un «reparto más justo» del «peso» de los refugiados.
Ante el avance del «proteccionismo», la zona euro necesita con urgencia reformas para «superar la crisis económica, social y de legitimidad política que la fragiliza», dijo el martes el primer ministro portugués, Antonio Costa.
Esta «cumbre de los países mediterráneos de la UE», que también reúne a Italia, España. Chipre y Malta, se extendería por cuatro horas y terminaría con una declaración común.
El objetivo es ponerse de acuerdo antes de la cumbre europea prevista el 3 de febrero en Malta destinada a reflexionar el futuro de la UE sin el Reino Unido, y el 25 de marzo en la capital italiana para celebrar los 60 años del Tratado de Roma, que dio origen a la UE.
‘Club Med’
En Lisboa, los mandatarios deberían pedir que se implemente de manera efectiva el acuerdo concluido entre la UE y Turquía en marzo de 2016 para frenar el flujo de llegadas de migrantes a Europa.
Ankara amenazó el viernes con anular este pacto controvertido, tras el rechazo de Atenas de extraditar a ocho militares turcos acusados de haber participado en el golpe fallido del 15 de julio.
La anterior cumbre de Atenas fue calificada en Berlín como una reunión del «Club Med», que puede sembrar discordia en Europa. Los países del sur aseguran que quieren lanzar pistas que aprovechen al conjunto de la UE.
«En el nuevo contexto creado por el Brexit se trata de reafirmar la vitalidad y la unidad de Europa», explicó a la AFP una fuente gubernamental portuguesa.
La sombra de Trump
Oficialmente el cambio radical al frente de Estados Unidos y las próximas elecciones en Holanda, Francia y Alemania no figuran en la agenda de la reunión en Lisboa, pero sus consecuencias imprevisibles están en la mente de todos.
La nueva administración estadounidense «plantea desafíos» para la UE, en particular «con respecto a las reglas comerciales» y la resolución de los «conflictos en el mundo», se inquietó el viernes el presidente francés, François Hollande.
La UE está «sola» desde la investidura de Donald Trump, reconoció también el viernes el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem.
«Quizás es lo que realmente necesita Europa para trabajar verdaderamente juntos», agregó.
El nuevo presidente estadounidense defiende una política proteccionista que aleja a Estados Unidos de su tradicional aliado europeo al que hasta ahora mostró poco interés.
Para el politólogo portugués, José Antonio Passos Palmeira, «Trump puede ser una oportunidad para la UE y hacer que los europeos cierren filas frente a los ataques que vienen del otro lado del Atlántico»
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