Joaquín Salazar
@JoakinSalazar
El Tribunal Quinto de Sentencia de San Salvador suspendió la audiencia especial para determinar la responsabilidad civil del expresidente Francisco Flores, con la finalidad de que se presente la certificación de la herencia del exmandatario que falleció en enero de 2016. El Tribunal reprogramó para el próximo nueve de junio la audiencia especial de responsabilidad civil para que sea presentada la certificación del proceso de la herencia adyacente y la verificación sobre en qué estado procesal se encuentra y, posteriormente, continuar la audiencia especial.
Y es que la Fiscalía manifestó que en el Tribunal Cuarto de lo Civil y Mercantil se encontraba un proceso de herencia adyacente, dicho proceso es porque no se ha presentado ningún heredero del expresidente. Es decir que ningún familiar ha hecho efectivo el cobro de la herencia de Francisco Flores, muchos de estos bienes mantienen medidas cautelares.
El Tribunal de Sentencia resolvió solicitar a dicho Tribunal, por lo tanto el Juez segundo del Tribunal Cuarto de lo Civil y Mercantil tiene que elegir un curador, es decir un encargado de administrar los bienes del exmandatario, hasta que se presenten los herederos. El expresidente de la República, Francisco Guillermo Flores Pérez, era procesado por peculado, enriquecimiento ilícito y desobediencia de particulares; además por el delito de Lavado de Dinero, pese a que un ente superior lo revocara.
La audiencia especial tiene como objeto determinar la responsabilidad civil por la malversación de $15 millones de dólares, que fueron donados por el Gobierno de China Taiwán para los damnificados de los terremotos del 2001; no obstante, estos fondos fueron malversados para cuentas privadas del Partido de derecha ARENA y al menos cinco millones fueron apropiados por el exmandatario. Algunos sectores sociales y políticos han instado a la Fiscalía General de la República para que inicie un proceso de investigación y llegue hasta instancias penales contra el partido ARENA, que se apropió dinero para la campaña presidencial del 2004 de los $10 millones de dólares.