Nelson López*
La verdad es que cualquier juez que tuviera cuatro dedos de frente lo hubiera enviado a su casa. Es que solo así se le puede reconocer la hombrada que hizo, here ¡fue algo admirable! es que ese parecería que son doce millones los que tiene no 10 como dicen, ahí se comprueba que el tipo ese es valiente al entregarse el solito ¿quién va a hacer eso con tanta plata? ¡nadie!
Y cómo que un juez no lo iba a mandar a su casa, al intrépido, si llegó a los tribunales caminando despacito ¡y eso no es nada! se atravesó todo el centro histórico y nadie lo reconoció, nadie pudo ver que él era el ex macizo, el de los saquitos, el de la risita burlona por nacimiento, el más famoso de todos los ex por su destreza para los negocios.
Es que habrá que entender que un sujeto como ese, con tantos millones, pudo irse a comprar cualquier isla como hizo Brad Pit… y esconderse a vivir la vida plena. Pero ¡nooo! se mantuvo en el país y según dicen anduvo para arriba y para abajo y ningún policía de la INTERPOL lo pudo capturar, a pesar de que tenía difusión roja ¿acaso no entienden? ¡eso es valor!
Yo, por lo menos, con tantos millones de dólares, lo primero que hubiera hecho habría sido contratar un cirujano plástico de los buenos… y me hubiera cambiado lo que menos me gustara de la cara. Por lo menos la nariz me la hubiera hecho respingadita, el pelo ya no fuera todo canoso sino que color rubio y habría buscado en Internet como fue que hizo aquel cantante que se cambió el color de la piel, de negrito a chelito.
Yo se que eso fue lo que conmovió a tan famoso juez… la decisión del valorudo ex, para hacerle frente a esta justicia que muchos dicen que es como una culebra que muerde los calcañales ¡ah! eso asusta de verdad y más a los chuñas o enchancletados… pero a este ex, con botas de acero como las de Iron Man ni cosquillas le hizo.
Ahora, de que se pudo escapar… si se pudo escapar, pero no quiso, solo se agarró cuatro meses de descanso, por esa comisión legislativa que lo agotó al máximo, que lo dejó fundido, y se notaba lo rejuvenecido que llegó a los tribunales, parecía que se había metido a los “spa” para ponerse figurita y no hay duda que alguna nutricionista le evitó la comida chatarra y dejémonos de pajas ¡se veía saludable!
¡Claro! que el juez no lo iba a meter a las bartolinas ni lo iba a mandar a Mariona, porque ahí lo podían arruinar, o sea que podía intercambiar ideas con el Sirra o con el viejo Lin, o se podría meter a las maras… y así lo volverían un criminalazo de gran calibre y nadie quiere que le digan que el ex macizo de todo un país es un grandísimo tamal ¡Azúcar!
¡No! ¡nadie quiere que digan que está bien el tamal! aunque la cipotada le haga las tamaleadas enfrente de la casa (antes que se me olvide … ¡que ricos estaban! los tamales) ¡perdón por el paréntesis!… volviendo al tema… no valía la pena que lo encarcelaran porque para muchos es ¡un héroe! le aman, le admiran, le claman, y afirman que es inocente que toda la millonada desaparecida, que pudieron ser 10… 15… 20… 70… 80 o más de 100 millones de dólares, fue repartida en saquitos, lo malo es que ahora ningún beneficiario se acuerda.