Por Carlos Abrego María Kodama cuenta que, en 1971, cuando Borges recibió el Doctorado honoris causa en Oxford, pasó esto: “mientras charlábamos -nos dice- con un grupo de admiradores, alguien habló de El tamaño de mi esperanza. Borges reaccionó enseguida, asegurándole que ese libro no existía y le aconsejó que no lo buscara más”. El libro existe. En una nota …
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