Erick Tomasino, Escritor y Poeta Me consideraban la reina de todas las fiestas a las que asistía. Quizá por mi cabello rubio espejismo o mis ojos de somnoliento deseo. Total era la más deseada. Siempre cobraba por adelantado porque ya tenía experiencia con tipos malapaga. Usted sabe, hay que ser precavida en todo hasta para abrir las patas. Una no …
Leer artículo completoN y Ella en el país prestado
Silvia Ethel Matus Avelar, Poeta Eran los años de la guerra fría y el pequeño país estaba convulso y adolorido por una cruenta guerra que dejaba miles de muertos y desaparecidos por el gobierno. Los azares habían llevado a N a viajar fuera del terruño. En ese país prestado, también asediado por una guerra, las fuerzas guerrilleras de su país, …
Leer artículo completoEscritura en arena
Mauricio Vallejo Marroquín, Escritor mártir Lleva media hora de ver perderse la calle en las puertas del calvario, de apuñar los ojos, resaltar arrugas y saborear pensamientos en blanco o untados de pasados. Años atrás cuando el telégrafo y el ferrocarril imperaban en la región, se hubiera avispado por un dolorcito de cabeza, corriendo rápido hacia donde el médico. …
Leer artículo completoLa tragedia aguacatera
Javier Alvarenga, Escritor Mi hocico se endurecía al paso del tiempo, mis ojos vidriosos se resecaban a cada ráfaga de viento que producían los vehículos que pasaban. Mi trémula piel dejo de vibrar en el duro concreto, en el que, ya hacia mi cuerpo patas arriba, el frío de la madrugada ya no producía ningún efecto en mí; ya …
Leer artículo completoUna vaca humeante en la cocina
Iván Larreynaga, Escritor E n el primer párrafo, el hombre está haciendo bolitas de papel con su dedo índice y pulgar. Lo vuelve a leer y “puaf”; le sigue sin gustar. Coloca la bolita recién hecha en un cenicero limpio. Es la quinta que coloca. Tiene otro cenicero al lado, que parece un camposanto de colillas. Pero ése es porque …
Leer artículo completoEL DÍA DE LA CRIADA
Myrna de Escobar, Escritora Tras el suave calor de las velas, dos brazas de fuego agonizan en el lecho, y es que sedientos de placer han bailado, el último tango. Las baritas de incienso, de pie en algún lugar de la habitación, se niegan a extinguirse, y su aroma se desliza como cómplice por la habitación, tapizando las sabanas; perfumando …
Leer artículo completoLos monarcas
«Si tus hijos fueran míos y los míos tuyos, haríamos una fiesta, con esponsales y todo. Este instante sería propicio para irme contigo, si no fuera porque las cadenas de mi compromiso tienen nudo ciego.» Así se declaraba Carlos, a secas, sin mayores prolegómenos ni cortejos que edulcoraran los sentidos de la mujer, clienta del café «Los Reyes,» acompañada …
Leer artículo completoLa Rendija
Iván Larreynaga, cuentista Ahora el señor Coyote nos metió a otros tres migrantes más aquí dentro. Se asomó por esa rendija y nos dijo que donde caben dos, caben otros tres más. El camión tiene buen tamaño y el cajón en donde vamos es seguro. Le llamamos cajón porque parece uno, pero este señor dijo que lo ajustó muy bien. …
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