(Primera parte) Hilda Henríquez Flores La primera vez que Louis vio a Rosario, la joven se movía mezclada entre la servidumbre, atendiendo a los invitados. -Él no le puso mucha atención- Los invitados fueron las personas que vivían y trabajaban para la estancia, y otros vecinos dueños de buenas tierras del lugar, con quienes los Señores Weil habían hecho …
Leer artículo completo«Fuegos de San Antonio». Cuento. Por Esaú Hernández
Cuento Esaú Hernández [email protected] Dejó de llover y los campos se vistieron de luz. Esquivando los charcos por la lodosa vereda llegó hasta la casa del carpintero su suegra. Él, sentado en la esquina contemplaba cabizbajo la hamaca donde estaba su primer hijo varón. Su mujer, con un paño tibio, limpiada unas erupciones raras en su piel. Vio …
Leer artículo completo«Una ventana hacia mi profunda alma Cuscatlán». Por Claudia Xochilt Preza Díaz
Claudia Xochilt Preza Díaz* Según mi percepción más íntima, estas semanas desde el morimiento de mi madre Blanca Alicia, he vivido un reencuentro con el país, familiares, amigos y mis hermanos, en especial con Tania y José Luis, en el que hemos tenido la oportunidad de compartir, conocernos y disfrutar nuestra compañía, cada uno con nuestras diferencias y similitudes, nuestros …
Leer artículo completo“Ruidos en la cabeza”. Por Myrna de Escobar
Myrna de Escobar En su descalabro moral, emocional, económico, y espiritual, Lila vivía llena de sobresaltos y remordimientos, al punto de refugiarse en la música para olvidar sus penas, que —según las damas de la Guarda del Santísimo—la tenían al borde del infierno. Me siento desahuciada; la iglesia ya me condenó. —decía la pobre mujer con desanimo. Cuando Diego salía …
Leer artículo completoAcuérdate de Azerbaijan», cuento de Roberto Arlt
Por Roberto Arlt Escritor argentino (1900-1942) Los dos mahometanos se detuvieron para dejar paso a la procesión budista. Con un paraguas abierto sobre su cabeza delante de un palanquín dorado, marchaba un devoto. Atrás, oscilante, avanzaba el cortejo de elefantes superando con sus budas dorados cargados en el lomo, la verde copa de las palmeras. El socio de Azerbaijan, …
Leer artículo completo¡Te veo…! Por Walter Balmorantes. (Primera entrega)
Por Walter Balmorantes Nunca pensé que llegaría a escribir algo así, pero las circunstancias me han obligado hacerlo. No puedo pensar bien ni tener coherencia entre lo que pasó y lo que pienso hacer. Mas parece un dilema entre la locura y la cordura. Entre la verdad y la imaginación. Entre lo que fue, lo que es y será. ¿me …
Leer artículo completoLA CASA
David Saúl Rodríguez-Araujo Casa de infancia, casa abandonada, casa adorada. Casa de erguidas y blancas paredes, apoyadas en horcones de madera que se retuercen como serpientes en búsqueda de luz. Horcones de madera dura y seca, impávidos testigos de dos siglos cabalgando sobre las pesadas vigas, que sostienen. Las puertas de cedro, con heridas de la guerra, son altivas …
Leer artículo completoCajas, costales y cenicentiando
Tania Primavera Erase una vez, una señorita adulta y soltera, que vivía con su perra y su madre mayor. Trabajaba todo el día en un museo, toda la semana hasta sábado. Y tenia también que hacer el orden de la casa, el fin de semana. Había trabajo extra, porque cambiaron de lugar de vivienda en la urbe de San …
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