Gabriel Otero Amaneciste con un dolor tétrico en el riñón derecho, un cordón invisible te jalaba los testículos desde la espalda, se lo atribuiste a la deshidratación alcohólica, la vil resaca, la goma que te estallaba en la cabeza. Te movías en la cama y el malestar se multiplicaba arriba y abajo, de nada sirvieron las cucharadas de aceite de …
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