Rolando Alvarenga
@Bachiboxx55
14 años después de haber representado a El Salvador en los Juegos Olímpicos Atenas 2004, el atleta salvadoreño-japonés Takeshi Salvador Fujiwara Salazar trabaja arduamente con el objetivo de clasificar a los Juegos Olímpicos Tokio 2020.
Salvadoreño por nacimiento y japonés por su padre, Fujiwara admite no tener el corazón partido, ya que siente una profunda gratitud por ambas naciones.
– ¿Hace cuánto tiempo retornó a El Salvador y cuál es el objetivo de su regreso?
Tengo un par de meses de haber regresado a El Salvador, tras estar en Tokio varios años por estudios, trabajo y deporte. El objetivo es venir a trabajar junto a mis padres en la atención de un negocio de comida japonesa que tenemos. Además, aprovechar los pocos tiempos libres vespertinos para mantenerme en forma física, porque el atletismo es una disciplina muy dura.
– ¿Cuánto tiempo estuvo en Japón y qué hizo durante su estancia en territorio asiático?
Estuve casi siete años, después de competir por el boleto a los Juegos Olímpicos Londres 2012. Y allá me mantuve en constante preparación física. Este tiempo me han permitido acumular una valiosa experiencia deportiva, que fortalece mis aspiraciones de clasificar a los Juegos Olímpicos Tokio 2020. Por cierto, durante mi permanencia en Japón logré imponer varias marcas reconocidas por la Federación Japonesa de Atletismo.
– Dice tener aspiraciones de clasificar a Tokio 2020. ¿En qué prueba buscará la plaza olímpica?
Bueno, el principal objetivo es enfocarme en los 400 metros planos, que ha sido mi especialidad a través de los años. Buscar opciones en los 800 metros y probablemente una clasificación en el Relevo del 4×400.
– ¿Qué posibilidades tiene de competir por Japón en la búsqueda del boleto a Tokio 2020?
Esa es una de las inquietudes de mi padre, quien siempre me ha exhortado a hacer las cosas bien y con mucho corazón. Y por ello, como parte del sueño deportivo de mi padre, ya estoy inscrito ante la Federación de Atletismo de Japón para poder participar en los eventos clasificatorios rumbo a Tokio 2020. Al principio me pareció difícil, pero después se me presentó la oportunidad de representar a Japón en la última etapa de mi carrera deportiva. No obstante, en mi corazón, si logro la clasificación olímpica, representaré a los dos países.
– Entonces, ¿podemos asumir que buscará un nuevo sueño olímpico bajo los colores japoneses y salvadoreños?
Definitivamente, El Salvador tendrá un lugar muy especial en mi corazón a la hora de cada prueba. Nací aquí, mi segundo nombre es Salvador y siempre me consideraré un representante salvadoreño. Porque ser embajador deportivo de El Salvador para mí siempre será motivo de orgullo especial. Pero primero hay que superar varios criterios técnicos y puntuables estipulados por la Federación Internacional, para consumar la clasificación.
– Usted representó a El Salvador en los Juegos Olímpicos Atenas 2004, ¿qué lo impulsó a eso?
Fue parte del sueño olímpico de mi madre que es salvadoreña y fue campeona nacional de los 100 metros y 400 metros libres. Mi padre es el Maestro de Judo, pero no pierde la fe de verme en otros Juegos Olímpicos y yo haré mi máximo esfuerzo.