Iván Escobar
Colaborador
La tarde ya había caído, al filo de las cuatro del pasado 17 de septiembre del presente año, uno a uno comenzaban a llegar los invitados al salón principal del Museo de la Palabra y la Imagen (MUPI), ubicado en esta capital.
Entre anécdotas, comentarios de ayer vigentes, reencuentro con viejos amigos, una que otra fotografía de grupo para el recuerdo era parte del ambiente que generaban artistas de diversas disciplinas, quienes durante el pasado conflicto armado salvadoreño aportaron desde la trinchera de las artes al proceso de lucha de la época previa y durante la guerra. También estaban presentes escritores contemporáneos, periodistas y trabajadores del arte, en una amalgama de experiencias. Todos estaban ahí con un solo objetivo: la presentación del libro “En Algún lugar del tiempo”.
El poemario reúne los escritos del artista salvadoreño, Carlos “Tamba” Aragón, los cuales han sido rescatados por amigos y compilados por Julio Jacinto Molina, en una edición histórica y que viene a enriquecer las letras salvadoreñas. Molina rememoró que Tamba falleció entre el 16 y 17 de septiembre de 1981, pero sus últimos poemas los escribió a finales de agosto de ese mismo año.
Este trabajo literario que Molina ha rescatado a través de esta edición, deja en claro una vez más que las artes reivindican la memoria, pero sobre todo permiten homenajear a aquellos que ya trascendieron, “y nos dejaron un gran aporte, un gran legado”, afirmó.
“De su tiempo”, titula el texto inicial del libro, Óscar Soles, pintor y autor de la imagen de portada del libro, donde remarca que “definir un artista como hombre de su tiempo requiere, en mi opinión, ser protagonista de las corrientes de pensamiento y acción que sacuden la época que le tocó vivir e influir positivamente en el esfuerzo colectivo hacia un cambio, una transformación social que beneficie a su pueblo y su comunidad”.
Para Soles, y lo reiteró en el acto de presentación del libro, “Tamba logró su compromiso artístico y social al contribuir intensamente”.
Tamba es recordado por sus amigos y muchos salvadoreños por su legado musical, ya que junto a Manuel Martínez, Ricardo Archer, Fernando Llort y Max Martínez en los años 60 y 70 formaron parte de una de las principales agrupaciones contestarías de la época, la “Banda del Sol”. Influenciados por corrientes y movimientos artísticos de la época, frente a las dictaduras de aquellos tiempos oscuros que se vivían en Latinoamérica, y en El Salvador, elevaron la voz desde las artes para desafiar el sistema represor.
Su música hoy en día suena de nuevo, sobre todo entre aquellos que pelean diariamente porque El Salvador no vuelva a sufrir aquellos oscuros momentos de la historia, que desembocaron en la guerra de más de 12 años, que cobró más de 70 mil muertos, miles de desaparecidos y lisiados, un episodio que los artistas como Tamba, ya preveían, y con su música, su poesía, sus expresiones artísticas advertían a la sociedad para no llegar a la guerra.
“Este es un acto de amor para Carlos, para Tamba, es un acto colectivo de recuperación de la memoria poética de este ser extraordinario, sus poemas se habían perdido…” opinó Santiago, director del MUPI, y quien alentó a Jacinto a trabajar a futuro un libro que contenga anécdotas, esas historias de aquellos que conocieron a Tamba, para completar este trabajo de rescate histórico.
“En Algún lugar del tiempo” ha sido editado bajo el sello de la Chifurnia, colección ERRE, y como su autor comenta, se espera que el mismo llegue a la gran mayoría de salvadoreños, por ahora han comenzado las presentaciones con amigos y conocidos cercanos, pero en noviembre se viene otra presentación, que al igual que todas contará con música, experiencias y muchas sorpresas preparadas por todos aquellos como los que “hoy fuimos convocados por Tamba”.